Judai al Himyari_Al Sada_07.02.2018_Iraq

 

Al Quds al Arabi, 06/02/2018

Haifa Zangana

 

El régimen iraquí dice que necesita 100.000 millones de dólares para reconstruir las ciudades demolidas durante la lucha contra el autoproclamado Estado Islámico, y que el mundo debe proporcionarle ese dinero por haber participado «en una guerra salvaje por delegación del mundo». Esta será la principal cantinela del régimen en la conferencia de donantes que va a celebrarse en Kuwait a mediados de este mes y en la que participarán 70 Estados y centenares de empresas inversoras a las que, como ha anunciado, el régimen ofrecerá atractivos incentivos para que operen en el país.

 

Puede parecer una postura del gobierno muy noble y patriótica, digna de ser alentada y apoyada por todos ¿Quién no va a desear la reconstrucción de su país, el regreso de los desplazados a sus hogares, que los ciudadanos tengan acceso a los servicios mínimos?

 

Si la cosa fuera realmente así, varios jóvenes activistas que se encuentran en Iraq no habrían escrito una carta a los países donantes que lleva por encabezamiento: «No maten dos veces, no sean cómplices de nuestra muerte lenta». Los firmantes de la carta afirman que todos los iraquíes desean que su país será reconstruido, vivir como los demás, pero se preguntan de qué va a valer la conferencia ya que no es la primera conferencia que se celebra desde 2003 en la que el país recibe cientos de miles de millones de dólares para una reconstrucción que el pueblo no ve por ninguna parte. La carta incluye detalles de las conferencias previas a la de este mes, y las cantidades concedidas al gobierno iraquí para una reconstrucción que no se ha producido, que es un espejismo inalcanzable.

(…)

 

Si sumamos las cantidades recibidas por el país desde la ocupación (2003) y le añadimos el dinero iraquí de los años del bloqueo que está guardado en un fondo de la ONU, resultaría una cantidad que puede competir perfectamente con los presupuestos de muchos países vecinos, pero Iraq no se ha reconstruido, es más, no siquiera ha habido un mantenimiento de sus instalaciones, entonces, ¿Dónde ha ido a parar todo ese dinero?

 

Según varios informes de organizaciones internacionales y locales que operan en el ámbito de la transparencia, y lo que dicen los propios políticos iraquíes cuando se lanzan acusaciones mutuas, la corrupción es el ogro que sigue devorando donaciones, ayudas, créditos y réditos del petróleo.

 

Viñeta de Judair al Himyari para Al Sada

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

 

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