Zaruaq Nasir, escritor argelino
La reunión en «petit comité» que celebró el presidente argelino Abdelaziz Butefliqa para estudiar la posible reforma constitucional, fue presentada por un comunicado de la presidencia para que parezca que el presidente está comandando el proceso de cambio, como una iniciativa personal para llenar el vacío político creado tras el golpe en la columna vertebral del sistema del régimen al intentar el presidente acaparar todo el poder que tenía el exdirector de los servicios secretos, el general Taufiq, y asegurarse de contar con el apoyo de la institución militar para dichos cambios.
A la destitución del General Taufiq el pasado mes de septiembre le siguió un gran revuelo mediático en el que participaron detractores y partidarios del presidente. Además están los juicios que tienen pendientes oficiales militares cercanos al general y que ostentaban cargos muy sensibles y la rebelión de antiguos políticos y ministros del régimen contra la institución de la presidencia (conocidos como el Grupo de los 19).
Los hechos dejan claro que la destitución del general Taufiq y el final del régimen de doble presidencia (presidencia del país y de los servicios secretos) nos introducen en un tiempo de cambio que no va a pasar sin turbulencias ni dificultades dada la complejidad de la madeja argelina. Hay que tener en cuenta que para la institución de la presidencia argelina no va a ser fácil construir una nueva realidad de gobernabilidad partiendo del entramado generado por el general a lo largo de un cuarto de siglo. Estamos hablando de vínculos políticos, económicos y sociales cuyas prolongaciones van a ser difíciles de desenmarañar.
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