El cómic libanés Samandal ha iniciado una campaña de crowdfounding  a través de la que puedes contribuir a ayudar a esta revista a luchar contra la censura y a continuar publicando.

 

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Comunicado de 03/11/2015

En diciembre del 2009, en el marco de Beirut, Capital Mundial del Libro, aparecía el séptimo número de la revista Samandal , coeditada por l’employé du Moi, editor de Bruselas. Esta publicación se benefició del apoyo económico del Ministerio Libanés de la Cultura, al que se sumó una ayuda del Centro Cultural Francés de Beirut y de Wallonie-Bruxelles-International. Samandal es fruto de un año de colaboración entre artistas de la historieta libaneses y belgas y fue acompañada por conferencias y talleres. Su lanzamiento tuvo lugar en el Centro Cultural Francés de Beirut, donde se realizó asimismo una exposición financiada por la UNESCO.

Cuatro meses más tarde, tres de los cuatro miembros del equipo editorial de ese número de la revista Samandal eran denunciados por el procurador por a) incitación a la discordia confesional, b) ofensa a la religión, c) publicación de información falsa y d) difamación y calumnias. Al cabo de cinco años de proceso judicial tres fueron condenados de acuerdo al artículo 25 de la ley de imprenta. El 28 de abril del 2015, cada acusado recibió una multa de seis mil euros -dieciocho mil euros en total- que de no ser pagada los enfrenta a dos años y nueves meses de cárcel.

Esta acusación, impulsada por instigación de las instituciones religiosas y sostenida por el Estado, ha paralizado la revista Samandal y amenaza con poner fin a diez años de compromiso con la historieta.

 

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En 2007, con algunos apasionados lanzamos la revista bajo la forma de asociación sin fines de lucro. Conscientes de la poca presencia de la historieta en nuestra región del mundo, hemos querido abrir una tribuna donde contar las historias del Líbano y de Oriente Medio así como dar a conocer al público local la historieta independiente del mundo entero. Además de la publicación, nos hemos dedicado a organizar diversos talleres, sesiones de historieta improvisadas, intercambios internacionales, conferencias, y hemos intentado favorecer el diálogo entre artistas de diferentes disciplinas. Con el cine de arte y ensayo Metrópoliscreamos Beirut Animated, un festival de animación bianual.

Ser acusados por el Estado de incitación al conflicto confesional nos tomó completamente por sorpresa. Todo empezó con el envío de un correo del ministro de la Información al ministro de Justicia, exigiendo que se demande a Samandal por pedido de “personalidades cristianas”. Estas últimas consideraban que dos viñetas de diferentes historietas ofendían a su religión. El ministro de Justicia decidió transmitir el caso al procurador general de la Corte Suprema.

 

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La cuestión de la religión en las historietas del número denunciado -que tratan de modo satírico temas diversos-, se aborda de manera marginal. Sin embargo, alguna viñetas, tomadas fuera del contexto, fueron utilizadas para probar la blasfemia -como si un editor fuese inculpado porque un personaje de uno de los libros de su catálogo utilizara el “nombre de Dios en vano”-. Quisiéramos presentarles estas historietas de manera íntegra con el fin de que puedan juzgar por ustedes mismos su naturaleza perniciosa. Sin embargo, por temor a una repetición de la debacle jurídica sufrida no podemos citar el vínculo de manera directa. Los invitamos, entonces, a visitar el sitio de nuestros colaboradores  www.grandpapier.com para encontrar:

 1

Recetas de Venganza a la Libanesa, de Lena Merhej.

2

Ecce Homo, de Valfret.

A pesar de la sólida defensa de nuestro abogado, el tribunal se escudó detrás de las sutilezas que permite una ley elástica sobre la censura, y lo hizo al amparo de una cohorte de funcionarios que se complacieron de transformarnos en criminales y castigarnos por haber violado la ley de manera reiterada:

1.       Los tres miembros del equipo editorial están en este momento bajo el peso de un “mandato de limitación” (مذكرة اخضاع). Estos mandatos ilegales, emitidos por la Seguridad General -que fueron anulados a través de la decisión n°10 del Consejo de Ministros del 24 de julio del 2014-, autorizan el aplazamiento de toda transacción, la confiscación de pasaportes y el acoso arbitrario de las personas. En general son mandatos utilizados para intimidar militantes de derechos humanos, abogados, autores o artistas.

2.       En tales casos, la legislación sobre documentos impresos sitúa la responsabilidad legal en primer lugar sobre los autores, aquí se trataría de L. Merhej (también miembro de Samandal) y de Valfret, y luego sobre el editor, es decir la asociación Samandal. En lugar de esto la justicia ignoró tal disposición para arremeter directamente contra tres de los cuatro miembros del equipo editorial del número en cuestión, haciendo recaer sobre ellos todos los cargos y las penas.

3.       Los miembros del equipo editorial no fueron autorizados en ningún momento a testificar en la corte, incluso luego de varios pedidos oficiales. La corte rechazó igualmente nuestra petición de citar a los autores como testigos.

Considerar que hemos creado una plataforma como Samandal  con la intención de lanzar ataques mezquinos contra las instituciones religiosas es absurdo y la riqueza de nuestras publicaciones está ahí para probarlo. Nosotros respetamos todas las religiones y no tenemos intención alguna de burlarnos de ellas. Sin embargo no guardamos ningún respeto, más bien todo lo contrario, solo desprecio, hacia aquellos que utilizan la religión para ejercer su poder y controlar severamente el debate público.

Afirmar que Samandal insulta la fe cristiana es un intento de presentar la revista como hostil al cristianismo y a la religión en general, cuando lo cierto es que algunos individuos en el poder ofrecen una lectura errónea de nuestro trabajo con el fin de monopolizar el debate y de desviar la atención de su propia incompetencia legislativa y de su tendencia a encender conflictos confesionales de manera oportunista. Es irónico y desafortunado que sea una revista de historietas producida por benévolos, la que es perseguida por delitoscometidos cotidianamente por diversos hombres políticos con sus órganos de información respectivos. Las instituciones estatales han tomado el control de la religión y los fieles han sido despojados de ésta; ellas han ahogado toda discusión reduciendo el debate a una forma primaria y simplista: “están con nosotros o están en contra”. Rechazamos participar en ese juego. Samandal ha sido creada precisamente para abrir un espacio de discurso alternativo, con debates más ricos en cuanto a la lengua y con matices sobre lo sutil del mundo que nos rodea.

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Lejos de tratarse de un incidente aislado, el caso de Samandal no es otra cosa que el regreso a una larga práctica de censura arbitraria e inicua así como a la voluntad de reducir al silencio toda producción artística. Es urgente encontrar un equilibrio entre los peligros de censurar la libertad artística y los derechos de un denunciante o las sensibilidades religiosas. Este equilibrio se vuelve más importante cuando el acusado es un artista y el denunciante un procurador o una personalidad del mundo económico o religioso, especialmente si, casi siempre, es el acusado quien necesitaría ser protegido con el fin de preservar su preciada libertad mientras que el denunciante no sufre ningún daño serio o irreparable.

Hoy Samandal se ve amenazada por la quiebra a causa de una ley sobre la censura obsoleta y falaz. El próximo número, Geografía, es el último que podremos financiar, ya que las cuentas de la revista han sido paralizadas por los daños del proceso, forzando así el cierre de nuestra organización.

 

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Sin embargo, nuestra pasión por la historieta y nuestra ambición por publicar no han sido socavadas y esperamos contradecir esta decisión siguiendo con Samandal, mejorándola y haciéndola crecer gracias a vuestra solidaridad. Es el compromiso y el apoyo de su público lo que permitió hasta ahora su supervivencia y desarrollo. Hoy apelamos a ustedes para relanzar la revista. Esperamos que una campaña de crowfounding(financiamiento participativo) nos ayude a reanimarnos y a publicar dos números suplementarios. Si deseas ayudarnos puedes hacer una donación en nuestra campaña en línea. 

Beirut, octubre del 2015.

Big thank you to the translator Pedro Coiro

 

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