Doaa Eladl_PRESOS_VIERNES_DELA_TIERRA

Al Arabi al Yadid, 07/06/2016

Con la llegada de Al Sisi al poder hace dos años, el Ministerio del Interior puso en marcha una campaña de detenciones sistemáticas y arbitrarias contra quienes se oponían al golpe de estado del 3 de julio de 2013 empleando acusaciones preparadas como querer derrocar al gobierno, atentar contra la seguridad nacional, pertenencia a banda armada, ejecución de atentados contra el ejército y la policía, entre otras. A lo largo de estos dos años en los que Al Sisi no ha conseguido ningún logro, centrado en controlar los puntos neurálgicos del Estado, se ha esfumado cualquier movilización revolucionaria, cualquier oposición real al régimen y ha quedado desarticulado el bando del 30 de junio.

El presidente egipcio comenzó atacando a los jóvenes de forma directa, sobre todo a los que pertenecían a movimientos revolucionarios y juveniles, para seguir con la prensa. Y los abusos de Interior han contribuido a una caída de la popularidad de Al Sisi entre sus defensores lo que indica que bien el presidente no es capaz de hacer frente al aparato de la Policía, o que está satisfecho con su actuación.

Cada vez son más las violaciones de los derechos humanos y libertades, las desapariciones forzosas, los casos de tortura y las detenciones arbitrarias; la atención médica a los detenidos escasea, y la situación de los centros de detención y de las prisiones es cada vez peor. Y fuera de la cárcel continúan las imputaciones de activistas y el cerco a la sociedad civil. Decenas de líderes de la cúpula islamistas y jóvenes activistas han muerto en las prisiones egipcias como consecuencia de negligencias médicas o por la falta de atención porque la administración penitenciaria se niega a trasladar a los enfermos a hospitales fuera de la cárcel. Además impide que los medicamentos y la comida lleguen a los presos para intentar combatir la mala alimentación dentro de la cárcel, así como la ropa de abrigo que envían los familiares. Además de la situación trágica que se vive en los centros penitenciarios y de detención, Interior intenta recuperar su “prestigio” usando el pretexto de la “lucha antiterrorista para vengarse del pueblo que se levantó contra los aparatos de seguridad. La tortura, a veces mortal, ha regresado con fuerza a las comisarías y a los centros de detención sobre todo en el caso de personas detenidas por cuestiones políticas.

(…)

Viñeta de Doaa Eladl

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