Rai al Yaum, 18/05/2016
La coalición de 60 países que lidera EE. UU. está volcada en estos momentos en combatir al Estado Islámico (Daesh) en Siria e Iraq cuando su expansión real, y tal vez la más peligrosa, se está produciendo en Libia, país que fuera “liberado” por los aviones de la OTAN hace 5 años, y que Gran Bretaña, Francia y EE. UU. quisieron convertir en otro paraíso, como el del “nuevo Iraq”.
Informes de inteligencia procedentes de Trípoli señalan que un año después de que el EI (Daesh) se hiciera con la ciudad de Sirte, esta vive un ambiente de terror e inquietud por las duras leyes impuestas por el grupo que ha ejecutado a decenas de personas como sabemos por los testimonios fidedignos de la población local que han publicado organizaciones como HRW.
Sirte, que durante cuatro décadas fue el bastión de Gaddafi, es ahora la “capital” del Estado Islámico (Daesh) en Libia, y el punto de partida de sus ataques y de su expansión por el este, oeste y sur del país. Es además el punto de entrenamiento de centenares, tal vez miles, de voluntarios libios y extranjeros. Hay que recordar que la ciudad tiene un aeropuerto y un puerto a 300 kilómetros de las playas de la orilla norte del Mediterráneo.
El Estado Islámico aplica en Sirte la sharía en su forma más extrema como hace en las zonas que controla en Mosul y Raqqa, donde ejecuta a homosexuales, azota a latigazos a fumadores, la pida a los adúlteros (hombres y mujeres) hasta la muerte, impone una forma de vestir y la oración a todo el mundo, sin que los niños y las mujeres sean una excepción, y ejecuta a quienes le critican bajo todo tipo de acusaciones: espionaje, apostasía, magia, charlatanería o blasfemia.
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Cabe la posibilidad de que los dos gobiernos que tiene Libia en estos momentos en el este y el oeste del país se alíen contra el Estado Islámico (Daesh) y lancen un ataque para sacarlo de la ciudad de Sirte, pero la recuperación de la ciudad no va a ser fácil y sí muy sangrienta, y una victoria sobre el grupo allí no evitará que se traslade a otros puntos de Libia (…).
Obama ha reconocido que la intervención militar de la OTAN en Libia, liderada por su país, fue el mayor error de sus dos mandatos presidenciales, y se ha mostrado muy arrepentido por ese error, pero ¿de qué sirve el arrepentimiento tras el destrozo de Malta, perdón, de Libia?
Viñeta publicada en la página electrónica Al Wasat
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