Conferencia de París_ Amyad Rasmi

Hilmi Musa

Al Safir, 02/06/2016

Está previsto que mañana se celebre en París una conferencia preliminar a la que asistirán los ministros de Exteriores de 29 países para preparar la conferencia internacional convocada por Francia para resolver el conflicto arabo-israelí. El periódico Haaretz ha publicado, por primera vez, el contenido de un documento distribuido por el ministerio de Asuntos Exteriores francés al resto de países participantes en el que se especifica el objetivo del encuentro: consolidar los principios para resolver las cuestiones de forma permanente. Uno de los principios más importantes de la iniciativa francesa que aspira a una reanudación de las negociaciones entre Israel y Palestina es establecer un calendario para negociaciones similares.

Haaretz afirma que el documento preliminar es un escrito no oficial que se ha distribuido entre los ministros de Exteriores de 28 estados (junto con Francia) que asistirán a la conferencia en la que no participarán ni Israel ni Palestina.

La conferencia se confirmó tras la designación de Avigdor Lieberman como ministro de Defensa de Israel, un nombramiento que provocó indignación en muchos círculos internacionales. Tras el nombramiento, EE. UU. aplaudió la iniciativa francesa y John Kerry, ministro de Exteriores estadounidense, decidió asistir al encuentro. Este encuentro se considera la preparación de la conferencia internacional, en la que estarán presentes las dos partes en conflicto, que quiere celebrar Francia a finales de este año, a pesar de que en un primer momento se pensó organizarla al  final del verano.

Según Haaretz, el documento que distribuyó Francia será discutido hoy en la reunión preliminar previa al encuentro de los ministros, en la que participarán destacados diplomáticos de todos los países participantes y en la que se decidirá el programa del encuentro. En cualquier caso, este documento forma una plataforma de debate que de momento solo representa la posición francesa respecto al conflicto. EE. UU. y otros países desconfían de algunos puntos del documento francés.

Este documento expone la iniciativa francesa de paz y afirma que el conflicto palestino-israel, un tema central en Oriente Próximo, «crea desestabilidad y genera una falta de seguridad que pone en marcha un discurso extremista violento. Avanzar hacia una solución es ahora más urgente que nunca».

El documento añade que la solución de los dos Estados es la única opción viable para poner fin al conflicto, ya que ninguna de las partes ha propuesto una solución mejor aceptada por las mismas que responda a sus aspiraciones y que combine justicia y exigencias de seguridad. Añade que esta solución podría no poder cumplirse debido a la continua construcción de asentamientos, incluso en zonas sensibles, y porque el diálogo es cada vez más violento. El documento afirma: «Es necesario preservar la solución de los dos Estados y ejecutarla de forma urgente. Aceptar el destino no es una opción y se requiere una nueva intervención internacional».

El documento establece los objetivos del encuentro de ministros y de la conferencia internacional de paz prevista, y sostiene que es posible llegar a un acuerdo de paz solo a través de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos, pero al mismo tiempo asegura que la brecha que separa ambas partes es grande, y que no ha habido ninguna otra negociación desde el fracaso de la iniciativa de paz estadounidense de abril del año 2014. No existen indicios de que las partes reanuden las negociaciones por sí mismas y por ello es necesaria una mano internacional que las empuje de nuevo a la mesa de negociaciones.

El gobierno francés cree que la comunidad internacional puede ayudar a acelerar el proceso de paz y hace un llamamiento a distintos organismos internacionales, especialmente a los países de la zona, para que se reanuden las negociaciones de paz y «pongan todo su peso en esta cuestión». El documento expone una serie de actividades que puede llevar a cabo la comunidad internacional, encabezadas por los principios de resolución de los temas centrales del conflicto (fronteras, seguridad, refugiados, Jerusalén, asentamientos y aguas) sobre las que girarán las futuras negociaciones.

El documento afirma que la comunidad internacional es capaz de «aprovechar el trabajo que ha llevado a cabo EE. UU. para aclarar cuestiones básicas, asistir en el desarrollo de soluciones y ofrecer ayuda y garantías de ejecución», así como «proporcionar un marco que acompañe las negociaciones hasta su finalización», «crear incentivos para mostrar a ambas partes y a sus ciudadanos el beneficio práctico de un acuerdo de paz» e «intentar crear un ambiente propicio para celebrar las negociaciones de paz».

El documento francés subraya su interés por los acuerdos a las que llegarán los ministros al final del encuentro, que se presentarán en un comunicado final en el que se dirá que la solución de los dos Estados es todavía posible y que la comunidad internacional apoya esta iniciativa y logrará hacerla realidad. Uno de los temas centrales cuyo consenso interesa a los franceses es el la idea de un calendario para cualquier futura negociación. El documento dice que «el tiempo no es un factor neutro en el constante desgaste de la solución de los dos Estados, la teoría de la gestión de las interminables negociaciones se contradice con la realidad y el riesgo sigue aumentando. Los ministros se pondrán de acuerdo en el principio de la necesidad de definir un calendario claro para las negociaciones, y será necesario llevar a cabo una evaluación para examinar la seriedad del proceso». Haartz informa de que EE. UU. y otros países están interesados en que el comunicado final del encuentro se haga público.

Los franceses aclaran en su documento que, ante varios procesos internacionales que están teniendo lugar de forma paralela (como el informe del Cuarteto y la iniciativa egipcia), es necesario hacer el mayor número de consultas posible para conseguir consenso mayor entre las partes internacionales participantes en la iniciativa. París anima a los ministros de Exteriores que intenten llegar a un acuerdo en los siguientes puntos:

  1. Valorar una posición común que estipule que la solución de los dos Estados es la única solución al conflicto y que hay que trabajar para mantenerla.
  2. Expresar la disponibilidad de todos los Estados participantes para ofrecer apoyo y asistencia a cualquier acción destinada a preservar y ejecutar la solución de los dos Estados.
  3. Alcanzar a una visión conjunta sobre el modo de reactivar el proceso de paz y los objetivos de la conferencia internacional de paz.
  4. Llegar a un acuerdo sobre las actividades que deben realizar los países participantes antes de la celebración de la conferencia.
  5. Fijar por acuerdo la fecha de la conferencia.

Los franceses proponen en su documento formar equipos en los que cada uno se especialice en un apartado: un equipo que dé forma a las recomendaciones de los pasos que tienen que dar a corto plazo los israelíes, los palestinos y los países de la zona, incluso antes de la celebración de la conferencia internacional, para preservar la solución de los dos estados e impedir cualquier nueva escalada; y un segundo equipo que consolide los incentivos económicos para ambas partes y, finalmente, un tercer equipo que trabaje sobre la seguridad y la cooperación regional.

Traducción de Rania Chaui

Viñeta de Amyad Rasmi

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