En toda cumbre hispano-marroquí los dos países vecinos sacan el tema del gran proyecto para crear un túnel o un
puente sobre el Mediterráneo que una su orilla sur y su orilla norte en el marco de un proceso de corrección
geográfica de errores históricos que fueron perviviendo durante las guerras religiosas y las formas de expansión
colonial. Ya no solo el mar dividía a los países de las dos orillas sino diferencias y sensibilidades cada vez más
punzantes. Tal vez los temores que reinaban en el norte de África a una invasión extranjera procedente del mar se
hayan transformado tras muchas décadas en los temores occidentales al flujo de emigrantes clandestinos que
llegan desde el mar. El comunicado conjunto de la última cumbre hispano-marroquí indica que se han estudiado las
oportunidades de la asociación entre la UE y Europa de cara a un «enlace logístico» que sustituya al proyecto del «enlace continental», el proyecto de un túnel que cruzaría el estrecho Gibraltar para el transporte de personas, vehículos y mercancías, que aprobaron España y Marruecos, que apoyó la ONU y en cuyo estudio se avanzó mucho.
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