Iraq_manifestantes_Emad Hayyach_08.12.2019_ARY

 

Yahia al Kubaisi

Al Quds al Arabi, 07/02/2020

 

En un artículo previo decíamos que había una contrarrevolución que se estaba preparando para reprimir el movimiento de protestas que comenzó a principios de octubre de 2019, y que las estrategias de esa contrarrevolución eran las tentativas sistemáticas y organizadas del poder, y de quienes se benefician de él, para satanizar a los manifestantes (…) además de dividir a los manifestantes en “pacíficos” y en “vándalos infiltrados” para legitimar las ejecuciones sumariales de las fuerzas de seguridad y las fuerzas “anónimas” que operan bajo la protección de aquellas (…) También dijimos que entre esas estrategias estaba la generación de un contramovimiento de protestas que se apoya en aquello de que “los intereses de la gente se ven afectados por las protestas” y que responde a la persistencia y la extensión de las manifestaciones ante la falta de horizontes que marquen su fin. La finalidad de ese contramovimiento es en realidad provocar un choque real o ficticio entre las dos partes que justifique la intervención de las autoridades “oficiales” para ponerle fin  como pretexto para desmantelar a la fuerza las protestas.

 

Lo sucedido la semana pasada deja claro que esta estrategia ya se está aplicando con las variables impuestas por el golpe dado por Muqtada al Sáder. Tras llegar a un acuerdo sobre el nuevo candidato a la presidencia del Consejo de Ministros, que reproduce el mismo escenario del gobierno de Adel Abdelmahdi en 2018 (…), Muqtada al Sáder sacó a sus seguidores de las plazas de las manifestaciones y concentraciones creyendo que esa retirada sería suficiente para abortar el movimiento de protestas, teniendo en cuenta además que la retirada coincidía con el ataque sistemático de las fuerzas de seguridad. No obstante, la resistencia de los manifestantes y el empuje recibido gracias a la amplia participación de los estudiantes de la universidad, entre otros, concentrados de forma masiva en la Plaza de Tahrir en Bagdad y en otras plazas, impusieron un cambio de planes y la vuelta al escenario que ya adelantamos, a saber, el regreso de los seguidores de Al Sáder, el control de las plazas por la fuerza y la “comercialización” de la falacia de que el nuevo candidato es el candidato de los manifestantes y no de Al Sáder.

 

Viñeta de Emmad Hayyach para Al Arabi al Yadid

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