Jalil Beneddín
Al Arabi al Yadid, 24/04/2017
El coordinador de los jóvenes que están protagonizando una protesta en las calles de la ciudad de Medenín (sur de Túnez) insiste en mandar un mensaje a sus compañeros en el gobierno tunecino: que no aceptan ninguna de las medidas traídas hasta la ciudad por las delegaciones del primer ministro, a las que califican de ser solo “parches” y que la única demanda de los jóvenes es trabajo y más trabajo. Desde hace un tiempo, la tranquila ciudad de Tatauín (sur del país) es escenario de protestas contra la falta de desarrollo en la región pese a que es uno de los depósitos de petróleo del país y en ella operan varias empresas del sector.
(…)
Los gobiernos posteriores a la revolución no han sabido atajar con seriedad las demandas de desarrollo, que encabeza la demanda de trabajo para los jóvenes, por varias razones entre las que posiblemente destaque la tendencia de los políticos de todas las direcciones a embarcarse en conflictos estructurales que hicieron perder el norte a la revolución a la que hundieron en las luchas políticas (…). Este ha sido el clima general que ha vivido Túnez en los últimos seis años que ha impedido la estabilidad de un gobierno cuyo derrocamiento piden muchas voces.
Viñeta de Tawfiq Omrane
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