files

Husein Machdubi

En la Comisión Europea reina la inquietud sobre el futuro de las relaciones con un Estado importante como Marruecos debido a la tensión existente por el conflicto del Sáhara, que se ha transformado en un indicador importante para determinar el futuro de las relaciones de ambas partes, y por el aumento de los detractores de Rabat en ese conflicto en las instituciones europeas.

Históricamente la Comisión Europea ha considerado a Marruecos un socio estratégico fuera de la Unión Europea. Ambas partes están vinculadas por acuerdos desde los años 60 que se han visto reforzados por la política europea en los últimos años gracias a la llamada “política de vecindad” que pavimentó el camino a Marruecos para beneficiarse de facilidades aduaneras y ayudas económicas importantes.

La importancia de Marruecos en la agenda europea aumentó a comienzos de la década pasada por su papel en la lucha antiterrorista y contra la emigración clandestina, pero recientemente varios factores han intervenido para obstaculizar el desarrollo de las relaciones bilaterales por no decir que estas han involucionado y empeorado.

La emigración clandestina ha sido un tema de tensión que ha perdido protagonismo para ser sustituido por el del Sáhara Occidental, un expediente explosivo para las relaciones euro-marroquíes. En la práctica los problemas en la relación comenzaron cuando aumentaron las comisiones parlamentarias de distintos países que apoyan al Frente Polisario, y debido al papel espinoso que desempeña el Parlamento a la hora de influir en la totalidad de los acuerdos. Este organismo anuló el acuerdo de pesca de 2011 antes de su renovación en 2013 con condiciones que perjudicaban a Marruecos.

Los acuerdos comerciales, y entre ellos los agrarios, son el “termómetro” que indica si las relaciones euro-marroquíes han mejorado o empeorando debido a su vinculación con el conflicto del Sáhara. El acuerdo agrario fue anulado por la justicia europea el pasado mes de diciembre y el de pesca podría sufrir el mismo destino. La Comisión Europea presentó un recurso contra la sentencia de anulación del acuerdo agrario y espera una sentencia revocatoria antes de que se dicte sentencia por una denuncia contra el acuerdo de pesca. (…). Hay pocas posibilidades de que la Comisión Europea gane esa apelación basada en dos argumentos. El primero se basa en la inexistencia de una ley internacional que impida importar productos del Sáhara (…) y el segundo se apoya en la sospecha de que el frente denunciante fue el Polisario. (…).

Según círculos diplomáticos europeos, una sentencia a favor de la Comisión Europea puede poner fin al conflicto provisionalmente porque los simpatizantes del Polisario se han hecho fuertes en varias instituciones europeas.

(…). Ni Marruecos ni la Comisión Europea quieren hablar de la posibilidad de que se anulen los dos acuerdos porque sería un duro golpe para la política de vecindad de la Unión Europea y también para la economía marroquí que depende en un 65% de sus exportaciones a los mercados europeos.

Viñeta de Buali para Hespress

Entradas recomendadas

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *