Hoy la única agenda frente a la deteriorada de Oriente Próximo es la intervención militar que prepara la coalición internacional antiterrorista. Esa es la única respuesta que ofrece la comunidad internacional que representan unos países que sienten que sus intereses seguirán en peligro si dejan que las cosas sigan como están, a diferencia de países como Rusia, Irán, China o la India y otros Estados que apuestan por ese deterioro, o a diferencias de países que no se sienten concernidos en la solución de la mayor crisis del sistema regional, al colapso del Estado y a la desintegración de la sociedad en la zona más sensible del mundo. Esa es la única agenda y debemos decidir si la aceptamos o no. No creo que haya mucha gente que simpatice con el EI, con sus maneras y su violencia como tampoco creo que haya musulmanes que prefieran vivir en un régimen político sometido a ese grupo. Pero seguro que hay gente, musulmanes y no musulmanes, incluso no creyentes, que simpatizan con el EI pasando por alto lo que están haciendo, porque creen en el proyecto real que representa y que es la voluntad de venganza nacida de la desesperación, la desilusión, el engaño y el del deseo de resarcirse a cualquier precio.
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