Lakum, 10/06/2018
Nuralhadi Buayach
La activista de DDHH Jadiya Riadi ha dicho que un juicio justo en el expediente Bueshrín es la única vía para llegar a la verdad; Riadi condena todas las formas de violencia contra la mujer y se solidariza con todas las mujeres víctimas de la violencia, pero al mismo tiempo se lamenta de que muchas mujeres no sean resarcidas al no haber una justicia independiente y transparente, sobre todo en el caso de aquellas que han sido víctimas de hombres influyentes.
En una conferencia organizada por la Comisión Verdad y Justicia sobre el juicio al periodista Taufiq Bueshrín, celebrada la noche del sábado, Riadi informó de que Bueshrín está siendo juzgado en secreto sin que se sepa que está pasado, aunque se está celebrando un juicio mediático en paralelo. Riadi recordó que el caso de Bueshrín no es el primero, ya que todos los juicios de carácter político han ido acompañados de duras campañas mediáticas que no presumen la inocencia del inculpado con el fin de influir en la justicia y de asesina moralmente a la persona juzgada.
La expresidenta de la AMDH recordó que la prensa amarilla que ha proliferado en los últimos tiempos tiene en el punto de mira a activistas y personalidades independientes del poder que opinan libremente. Según Riadi, estas prácticas han aumentado considerablemente tras el 2011, sobre todo contra activistas del Movimiento del 20 de Febrero y contra algunos activistas de la sociedad civil influyentes en la opinión pública con el fin de desprestigiarles. Estas campañas mediáticas arremeten contra la vida privada de esas personas con informaciones “que solo están en poder de determinados organismos que todos conocemos”, y las víctimas no pueden llegar a la justicia debido a la protección y el apoyo de los que disfrutan los dueños de esos púlpitos mediáticos.
Riadi afirmó que el hecho de que reine la inmunidad y la falta de independencia fomenta este tipo de prensa amarilla y que se ataque la vida privada de la gente. Para la activista, con el juicio a Bueshrín se ha querido generar un estado de conmoción similar al del juicio de Belirach que el movimiento de derechos humanos no estimó convenientemente y el acusado fue declarado inocente por la justicia belga.
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Viñeta de Saad Hayo
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