¿Te sorprende que el presidente depuesto, Hosni Mubarak, y que su ministro del Interior y sus ayudantes hayan sido declarados inocentes? Pues lee la sentencia de la exculpación para que sepas que no hay nada de sorprendente. La sentencia no solo exculpa a Mubarak y a su entorno, sino que acusa a la revolución del 25 de enero y a todos los que participaron en ella y la apoyaron. La sentencia acusa al eje del mal formado por EE. UU., Israel, Irán, Turquía y Qatar de movilizar y apoyar a quienes participaron en esa revolución (…). Esta gente quiere que nos creamos sus mentiras y que dejemos de creer a nuestros ojos, que vieron cómo la policía de Mubarak y Habib al Adli abría fuego contra los manifestantes y los atropellaba con los vehículos de la Seguridad Central. Lo que quieren es que olvidemos las imágenes de los mártires abatidos por las balas de la policía en todas las partes del país. No olvidaremos y contaremos a nuestros hijos sus crímenes, aunque dicten mil sentencias de exculpación.
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