Elecciones Iraq_amyad rasmi

Zaher Musa, poeta y periodista iraquí

Al Safir, 31/01/2018

«No voy a votar». Esto es lo que repiten muchas veces los iraquíes en lo que escriben estos días en las redes sociales y ha popularizado el concepto del boicot electoral en los debates sobre los programas electorales del que se habla como una posibilidad. Hasta el momento no parece que la opción del boicot esté vinculada a ningún grupo religioso, ni  a ninguna etnia, zona o edad. La no participación en los comicios no es un proyecto organizado ni coordinado movido desde atrás. Y aunque sigue siendo una postura personal y no un llamamiento público, han surgido voces que llaman al boicot en las campañas organizadas que piden el voto de los iraquíes y también en las redes sociales. Está claro que estas reacciones rápidas y condensadas proceden de lo que se conoce como el «ejército electrónico»: la batalla en internet prosigue y se mantendrá hasta el 12 de mayo, fecha de los comicios.

 

La oleada del boicot ya tuvo síntomas previos: el índice del registro biométrico (un sistema para modernizar el registro de votantes basado en una base de datos electrónica unificada) es más bajo que el número de votantes. El presidente de la Administración Electoral dentro de la Comisión Electoral ha informado de que “24 millones de iraquíes tienen derecho a voto y más de 11 millones de electores han renovado sus datos en el sistema biométrico” lo que significa que solo 11 millones de electores han recibido sus carnets biométricos lo que concuerda con declaraciones de representantes de la Comisión en Kurdistán, Al Anbar e incluso Basora.

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La Comisión Electoral ha pedido prestado al gobierno cerca de 100.000 millones de dinares para garantizar los comicios debido a los problemas para aprobar los presupuestos en el Parlamento. Una gran parte del préstamo va destinada a la compra de urnas electrónicas a una empresa coreana. Las urnas, que supuestamente contarán los votos, aceleran el proceso de recuento, y nada más, fotografiando la papeleta y guardando la imagen en una memoria externa, lo que facilita posibles manipulaciones según los expertos.

 

Cabe recordar también que la fecha de las elecciones coincide con el inicio de Ramadán, y la mayoría de los iraquíes estarán ayunando a muy altas temperaturas; además coincide con los primeros exámenes de los estudiantes lo que supone un momento de alerta máxima para las familias de todo el país, y todo esto en un clima político asfixiante, y entre un movimiento de desplazados que afecta a más de tres millones de ciudadanos iraquíes que se encuentran en campos de refugiados o en zonas donde no se pueden registrar como votantes porque no son de allí.

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Vineta de Amyad Rasmi para Al Sharq al Awsat

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

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