Yemen

La fotógrafa yemení Amal Said espera mostrar con su trabajo el encanto de la naturaleza de su país

Jáled AlKarimi y Weam Abdulmalik, publicado originalmente en The New Arab el 9/4/2018

 A pesar de las dificultades de trabajar en un país en guerra y en una sociedad patriarcal, estas fotógrafas yemeníes se han mantenido fieles a su pasión. En Yemen, la fotografía es un trabajo exigente. A menudo, entraña importantes peligros, por lo que se necesitan valor y pasión. Las fotógrafas yemeníes son bien conscientes de ello. A pesar de las dificultades de trabajar en un país en guerra y en una sociedad patriarcal, estas mujeres continúan haciendo su trabajo con gran celo. Su recorrido casi siempre ha estado plagado de obstáculos que han sabido superar a su manera.

La fotógrafa yemení Eman Tuhamah empezó trabajando en los medios tras estudiar Radio y Televisión en la universidad en Saná. Apasionada de la fotografía desde siempre, a partir de 2016 se centra en documentar su vida en Yemen a través de su cámara. “Me compré una cámara, que utilizaba en bodas, festivales y otros eventos. Al principio, nadie me apoyaba, ni siquiera mi familia. Era muy cansado” recuerda Eman.

No obstante, no se echó atrás. No se rindió ante las circunstancias adversas y su pasión por este trabajo no ha disminuido a pesar de las dificultades. “Solía participar en voluntariados e iniciativas para la comunidad. Esos contactos y conocidos me han ayudado mucho y me han permitido demostrar mi valía como fotógrafa” explica Eman. También nos cuenta los problemas a los que se ha enfrentado en su carrera. “Cuando estaba haciendo fotos de las calles de Yemen, me acosaban. Me daba cuenta de la ignorancia y el retraso de alguna gente, y me molestaba mucho. Así que decidí trabajar en festivales, bodas y fiestas, para evitar sitios en los que me encuentro incómoda”.

A lo largo de los últimos años a Eman han intentado confiscarle la cámara varias veces. Los fotógrafos tienen continuas dificultades para hacer su trabajo mientras la guerra continúa. Hace poco Eman se trasladó a Egipto para seguir trabajando en fotografía. Dice que tiene una visión clara y mucha ambición: “Aspiro a especializarme en fotografía cinematográfica y a participar en el rodaje de películas árabes e internacionales”.

 

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 La fotógrafa yemení Eman Tuhamah ha estado documentando la vida en Yemen con su cámara

Revelando la belleza de Yemen

Yemen lleva desde 2015 inmerso en una guerra civil. En los últimos tres años nos han llegado noticias trágicas sobre la pobreza, la muerte y las epidemias que sufre el país. Pocas han sido las buenas noticias y las fotografías sin violencia. Sin embargo, la fotógrafa yemení Amal Said quiere mostrar el lado hermoso de Yemen. Espera poder recordar al mundo de la belleza del país árabe y que la guerra no podrá destruir todo ese atractivo. “Todo fotógrafo yemení debería mostrar la belleza, su significado y la civilización de Yemen” afirma Amal. Aunque se licenció en Relaciones Públicas, es una apasionada de la fotografía y quiere mostrar el encanto de la naturaleza de Yemen en sus fotografías.

“Mi familia me apoyó cuando hacía fotos para organizaciones no gubernamentales. También hago fotos de la calle; mi cámara recoge cada encuadre llamativo que veo” dice Amal. Hoy en día no siempre es seguro llevar una cámara y hacer fotos abiertamente en las calles y mercados de Yemen. Tirar una foto puede traer problemas inesperados. “Dada la situación actual, si llevas una cámara la gente puede verte como una fuente de problemas” explica Amal.

 Un trabajo peligroso

La misma postura mantiene la periodista y activista yemení Fatima Al Agbari. Explica que en la coyuntura actual, en cualquier momento puedes tener un enfrentamiento. “Como periodista, sufro mucho cuando saco fotos porque el fotógrafo es tratado como un agente que intenta proveer información a una autoridad política o militar. Es una labor peligrosa ya que la fotografía muestra hechos que los bandos del conflicto preferirían que no vieran la luz”.

Fatima ha vivido en primera persona como la fotografía puede poner en peligro la seguridad personal. “Escribí una noticia hace unos meses y solo me faltaban las fotos. Cuando fui a sacarlas, un hombre intentó impedírmelo, aunque no tuviera nada que ver con él. La fotografía en Yemen no es un trabajo seguro, ni para hombres ni para mujeres. Un hombre fue arrestado por sacar fotos de nubes en el cielo. Le acusaron de estar elaborando informes de inteligencia” cuenta Fatima.

La guerra en Yemen empezó después de que las protestas pacíficas contra el régimen de Saleh en 2011 fueron reprimidas brutalmente. Ali Abdullah Saleh logró la inmunidad pero se vio obligado a abandonar el poder y fue reemplazado por Abderrabu Mansur. En septiembre de 2014, los rebeldes huzíes, un grupo contra el cual Saleh había luchado cuando estaba en el poder, se aliaron con el presidente derrocado para acabar con el nuevo gobierno de transición. En marzo de 2015, una coalición liderada por Arabia Saudí lanzó una campaña militar para ayudar al gobierno reconocido internacionalmente a recobrar el control del territorio monopolizado por los rebeldes. Los informes hablan de más de 10.000 muertos desde el inicio de la contienda, de los cuales la mitad son civiles. Tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares.

 

Traducido del inglés por Leandro James Español Lyons en el marco de un programa de colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada y la Fundación Al Fanar.

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