“Los caricaturistas políticos no son periodistas” afirma Doaa al Adl, una de las más destacadas caricaturistas políticas egipcias: “La caricatura política es un arte que se deriva del periodismo. La diferencia es que un periodista tienen la obligación de informar de todo, pero nosotros podemos elegir el tema sobre el que queremos arrojar luz”.
Mohamed Tawfiq, cuyo trabajo aparece de forma regular en la página de noticias Masr Al Arabiya, está de acuerdo: “No quiero limitar mi trabajo a una profesión porque implica unas limitaciones. Me gusta dibujar libremente, de forma natural, trasmitiendo mis sentimientos como surgen y de esta manera soy capaz de hacer llegar mis pensamientos a los lectores de forma sincera”. Tawfiq es uno de los fundadores de la revista de comics Tok Tok.
Mohamed al Hagrasy, cuyas viñetas aparecen en varias plataformas en línea y también en medios publicados en papel, cree que el trabajo de los caricaturistas no debe limitarse a la política sino que también tienen que criticar cualquier defecto de la sociedad.
Tawfiq reconoce ejercer cierta autocensura cuando empieza a pensar en las repercusiones de lo que dibuja, y afirma que el periodo comprendido entre el 25 de enero de 2011 y finales de 2012 fue el más rico en términos de libertad sin restricciones.
Ante el actual clima político polarizado, Tawfiq afirma que es fácil acusar a cualquiera de ser opositor y en el caso de los caricaturistas políticos, el tema puede ser mortal.
En diciembre de 2012, Doaa al Adl dibujó una viñeta sobre el referéndum constitucional y fue acusada de difamar el islam por dibujar a un hombre y una mujer cerca de un manzano en referencia a Adán y Eva. Al Adl reconoce que ejercer la autocensura no es un hábito sano, y admite que los caricaturistas, incluida ella misma, fueron muy inocentes en los primeros días de la revolución del 25 de enero.
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