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OPINIÓN. Entre la Tormenta del Desierto estadounidense y la Tormenta de la Firmeza saudí hay diferencias esenciales

Abdebari Atuán

Rai al Yaum (Diario internacional), 26/03/2016

El nuevo monarca saudí, Suleimán Ben Abdelaziz, enviaba la noche del miércoles 185 aviones de combate, en el marco de una nueva coalición arabo-islámica, a bombardear posiciones de la alianza militar huzí en la capital yemení, Saná, y en otras ciudades, lo que supone un gran cambio en la política saudí que ha pasado de la fase de la ponderación, la autocontención y el aguante, a la fase de determinación a la hora de recurrir a la opción militar cuando los intereses estratégicos y vitales del reino están en peligro. No obstante, este cambio repentino no está exento de peligros y sus resultados no están garantizados.

No nos cabe ninguna duda de que todos los datos relacionados con los equilibrios de fuerzas militares favorecen al reino saudí que posee los más modernos aviones de combate de fabricación estadounidense F-15 y F-16 y defensas antiaéreas, además de tropas terrestres con más de 150.000 soldados, frente a un enemigo débil y armado de forma rudimentaria. En los últimos tres años Riad ha gastado en la compra de aviones y tanques estadounidenses y alemanes y de otros países europeos, más de 150.000 millones de dólares, lo que equivale a los presupuestos de Yemen para 40 años o más. Pero la superioridad militar no es una garantía de victoria en las guerras modernas, como los ataques aéreos, por muy fuertes y grandes que sean, no son parámetro de la solución de nada. Ahí está el ejemplo de EE. UU. que ha bombardeado en 3.500 ocasiones posiciones del EI en Siria e Iraq sin lograr vencer al grupo (…).

Los yemeníes son duros combatientes, tanto los huzíes como sus enemigos, y si Arabia Saudí ha formado de inmediato una coalición de más de diez países árabes e islámicos entre los que se encuentran Egipto, Sudán, Jordania, o Pakistán, la otra parte mantiene una alianza no menos peligrosa con Iraq, Siria, Irán, Rusia y los países del BRICS.

 

EDITORIAL. Operación de recuperación del equilibrio

Gassán Sharbel

Al Hayat (Diario internacional), 27/03/2015

En Oriente Próximo hay un antes y un después de la Tormenta de la Firmeza. El lenguaje de comunicación en la región ha cambiado. Ha terminado la era de los cumplidos y de cubrir de sonrisas las crisis. Cuando Arabia Saudí dirige una coalición de ese tipo, en una misión de ese tipo, significa que se le ha acabado el arsenal de la paciencia. La decisión saudí es una tentativa seria de corregir los equilibrios que han alterado la región, de poner fin a una fase de debilidad de los árabes y de los moderados. Las primeras reacciones a la decisión han desvelado el peso saudí a nivel árabe, islámico e internacional. Pero la cuestión va más allá del tema de los huzíes y sus lemas, las amarguras del presidente Ali Abdalá Saleh y su nostalgia de Palacio. Es un mensaje sincero y sonoro para Irán. Y el mensaje no es solo saudí sino del Golfo, egipcio, jordano, marroquí, sudanés y pakistaní. E Irán no necesita que le expliquen qué significa que todos esos países se planten contra el golpe de Estado huzí a la legitimidad yemení, porque el hilo conductor de esos países es su rechazo al golpe de Estado que dirige Irán a nivel regional (…).

كاريكاتير ذا ناشيونال (الإمارات)  يوم الخميس 26 مارس 2015

EDITORIAL. El orden árabe responde al “imperio” iraní

Al Quds al Arabi (Diario internacional), 27/03/2015

(…) Esta operación repentina desvela el sentimiento existente en Arabia Saudí y en el Golfo de que los aliados, antes que los enemigos, ven a los regímenes árabes como tigres de papel que miran cómo se acerca el fuego a sus países sin hacer nada. También demuestra que Washington no puede oponerse a una iniciativa árabe en la que participan todos esos países, a pesar de haberse producido en un momento decisivo para sus negociaciones sobre el expediente nuclear iraní; esa iniciativa es una alternativa a la postura de espera de una movilización estadounidense que no se va a producir nunca, como hemos visto en Siria.

La participación (o el apoyo) de Qatar, Turquía y Egipto en la operación tiene significados simbólicos importantes porque corrige, al menos teóricamente, el error estratégico egipcio de convertir la batalla interna (contra los Hermanos Musulmanes) en una prioridad por encima de la actual lucha regional (…).

 

EDITORIAL. La estúpida guerra contra Yemen. ¿Adónde lleva a los árabes? Apoyo estadounidense, alivio israelí y decenas de víctimas en los bombardeos

Al Safir (Líbano), 27/03/2015

Una nueva guerra en la nación árabe. Y otra vez una guerra contra sus pobres. Así, con toda sencillez, la guerra que dirige Arabia Saudí ha abierto un nuevo frente en una región extremadamente sensible a nivel regional e internacional. Después de reunir a otros nueve Estados en una alianza regional contra el pueblo yemení, que recibe el fuego de la Tormenta de la Firmeza desde el cielo de su país desde la noche de antes de ayer.

Parece que la nueva guerra que dirige el reino contra su vecino pobre va más allá de la idea de la “defensa del peligro” huzí o del “apoyo a la legitimidad” que representa, según los del Golfo, Abderrabu Hadi Mansur, después de que Ansaralá se hiciera con el control de Adén, a la que el presidente que se retractó de su dimisión quiso convertir en capital de Yemen en lugar de Saná (…)

Y pese a la imagen oscura de lo que está sucediendo sobre el terreno debido a la trinchera mediática, que se ha convertido en una característica de la Primavera Árabe, seguro que lo de Yemen no es una mera campaña militar punitiva como las seis campañas militares que dirigió el régimen de Ali Abdalá Saleh contra los huzíes en coordinación con los saudíes, sino que pronostica una guerra global a largo plazo debido al conjunto de factores internos, regionales e internacionales estimulantes que podrían contribuir a reforzar la fragmentación árabe (…).

 

OPINIÓN. La operación Tormenta de la Firmeza: previsión de trayectorias

Abdelaziz al Naquib

Mareb Press (Yemen), 26/03/2015

La coalición internacional de apoyo a la legitimidad en Yemen puso en marcha anoche la operación Tormenta de la Firmeza que avanzó deprisa en pocas horas según diversas fuentes. En la coalición participan todos los países del CCG a excepción de Omán y también Egipto, Jordania, Sudán, Pakistán y Marruecos, y deseamos que también lo haga Turquía. Pero esta coalición no solo puede servir para determinados ataques aéreos, ya que su objetivo es acabar con los huzíes, Al Qaeda y el EI, y estos dos últimos grupos requieren una presencia terrestre importante.

Dos opciones podrían haber sido estudiadas antes de intervenir. La primera la del ataque aéreo y el apoyo con armas y dinero a las tribus, pero esta opción habría sido rechazada por los estadounidenses y otros frentes por la posibilidad de que el armamento acabara en manos de Al Qaeda.

La segunda opción es la de una gran operación militar que empieza con un bombardeo y después con una intervención terrestre para llenar el vacío político y militar que va a dejar la derrota de los huzíes para poder reconstruir el Estado y el Ejército de un modo que permita neutralizar a todas las fuerzas extremistas.

 

 

 

 

 

 

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