Iraq_ARY_Emad Hayyach_04.09.2018

 

Haifa Zangana

Al Quds al Arabi, 11/09/2018

 

La intifada de Basora es lo que más preocupa a los iraquíes en estos momentos. La intifada es el centro al margen del cual se producen el resto de los acontecimientos desde que estalló el día 11 de julio para exigir servicios como agua potable y electricidad, demanda a la que se respondió abriendo fuego contra los manifestantes y dejando 12 muertos y decenas de heridos.

 

A medida que aumentó el número de muertos y heridos, y el número de casos de intoxicación por la contaminación del agua, la intifada sirvió para tapar varias cuestiones importantes que los políticos fueran dando por buenas sin que los iraquíes tuvieran conocimiento de ello, estando como estaban preocupados por hallar una solución inmediata para poner a salvo su vida y la de sus familias. Mientras los manifestantes seguían protestando y prendiendo la llama de una gran indignación en la ciudad de Basora y sus alrededores, los partidos políticos y sus milicias pudieron dar por válidos los resultados de unas elecciones fraudulentas y crear la extraña estructura del próximo ejecutivo. Como sabemos, los partidos políticos suelen crear organizaciones y milicias a modo de brazo o anexo con la misión de ejecutar las políticas de aquellos de forma indirecta. Pero ahora en Iraq se está produciendo un cambio esencial en la estructura de los partidos y las milicias, se ha dado la vuelta al mecanismo y los partidos se han convertido en brazos de las milicias que conspiran por orden de ellas, que guardan lealtad a quienes suministran a aquellas armas y dinero.

 

Aunque resulta difícil vaticinar lo que va a suceder ahora, nada impide tener una visión de lo que ha conseguido esta intifada hasta el momento, logros por otra parte de gran importancia.

 

El primer logro ha sido acabar con “lo sagrado” y con la subordinación a esta idea, tanto si se trata de un símbolo religioso, sectario, étnico o iraní; los manifestantes han roto el himen de la sacralidad, han quemado imágenes y las estructuras de la subordinación sectaria.

 

El segundo logro ha sido romper la barrera del miedo a los partidos políticos y a las milicias que convierten el sectarismo religioso en un manto con el que se arropan, en un turbante que les concede “infalibilidad” para hacer todo lo que deseen contra la humanidad (…)

 

El tercer logro ha sido obligar a todos los líderes de milicias y partidos y a los empresarios a precipitarse a sus estudios (porque todas las milicias y todos los empresarios tienen su canal de televisión), en primer lugar para condenar la corrupción, aunque ellos mismos sean el embrión del útero de esa corrupción, y en segundo lugar para presentarse como personalidades transparentes, no sectarias, que hacen esfuerzos al servicio de los ciudadanos.

 

Viñeta de Emad Hayyach para Al Arabi al Yadid

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

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