Naser Al Yaafari_periódico PQU_22.03.2018

Al Quds, 22/03/2018

 

Según un informe publicado por la organización de derechos humanos israelí B’Tselem, centenares de menores palestinos detenidos cada año se enfrentan a medidas represoras ejecutadas por las tropas de la ocupación, parte de las cuales tienen carácter legal aunque sean completamente injustas.

 

El informe afirma que los interrogatorios van acompañados muchas veces de amenazas, insultos, gritos, violencia verbal y que se impide a los menores que se entrevisten con sus abogados defensores; aunque se han introducido algunas enmiendas legales, estas no se cumplen de facto y se han quedado como cambios marginales sin valor práctico. Como resultado de la violencia y de la represión, el menor suele reconocer las acusaciones que se le imputan y firmar un acuerdo que prepara el abogado con la Fiscalía General para poder volver a su vida normal lo antes posible tras cerrarse el caso con un acuerdo.

 

Esto es lo que está pasando con la menor pionera e icono mundial Ahed Tamimi; los informes hablan de un acuerdo que estipularía una pena de ocho meses de cárcel desde el día de su detención y una multa a su familia de 5.000 shekel.

 

Las redes sociales están llenas de imágenes de la violencia y la dureza que emplean las fuerzas de la ocupación contra niños pequeños tanto en forma de detenciones como de golpes o incluso de disparos muchas veces. Además los grupos de colonos atacan también a los menores que nunca representan un peligro para nadie; no está justificado que se les ataque ni que se les trate de esa manera que viola todos los derechos y leyes internacionales.

 

Organismos internacionales de derechos humanos han condenado todas estas prácticas y han pedido su cese y que se exijan cuentas a quienes las protagonizan. Pero nadie en Israel concernido por el tema responde a esas condenas o a esas demandas internacionales y la violencia persiste en todo lugar y en todo momento. Todas las organizaciones locales e internacionales deben seguir denunciando esas prácticas aunque no sea posible detenerlas.

 

Viñeta de Naser al Yaafari para el diario palestino Al Quds

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