Al Quds al Arabi, 22/01/2018
La operación Rama de Olivo (nombre con el que el Ministerio de Defensa turco ha denominado a su contienda contra las Unidades de Protección kurdas en la ciudad de Afrin) es un punto en el que confluyen algunas de las grandes evoluciones que se están produciendo en la arena siria.
La primera de estas evoluciones es la propia operación que supone la primera participación militar terrestre y aérea de Turquía dentro de Siria con una gran movilización de tropas, aviones y carros de combate lo que significa, a largo plazo, un control de facto sobre grandes áreas de Siria, en equilibrio con la numerosa presencia de tropas estadounidenses, rusas e iraníes.
La participación directa de Turquía en Siria no habría sido posible sin el beneplácito de las dos fuerzas que tienen el control del espacio sirio, es decir, sin EE.UU. y Rusia. Así lo demuestran unas declaraciones estadounidenses que son una renuncia de facto de los aliados de Washington, los kurdos, bajo el pretexto de que sus tropas en Afrin no participan en las operación de la coalición contra el grupo terrorista Estado Islámico. Por su parte Moscú habría retirado elementos rusos que estaban en Afrin como han confirmado corresponsales de Al Quds al Arabi en esa zona.
Este suceso tiene relación con otra evolución no menos importante: Washington ha anunciado que está trabajando en la formación de un ejército de 30.000 combatientes de las Fuerzas Sirias Democráticas para proteger la frontera turco-iraquí, lo que formalmente supone la declaración de un Estado kurdo que contralará grandes áreas ricas en petróleo, agricultura y agua. Se trata de una declaración sin precedentes de la estrategia estadounidenses para Siria que choca sobre el terreno con Siria e Irán.
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Viñeta de Hasán Bleibel para Al Mudun
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