Doaa Eladl Al Masri al Yaum 17.04.2020

 

David Barbusia, Marwa Rashad

Al Arab, 08/05/2020

Según el presentador de un famoso programa de entrevistas saudí, las empresas privadas deberían despedir a los trabajadores extranjeros en vez de a los locales, y se refirió a los expatriados que trabajan en Arabia Saudí como “un peligro real para la seguridad nacional en muchos aspectos, no solamente en lo económico.”

Jaled al Oqaili resumió con esa afirmación el dilema de 35 millones de extranjeros que representan el sustrato económico del Golfo. Y mientras las empresas se deshacen de sus trabajadores debido a la epidemia y la caída de los precios del petróleo, los gobiernos se están moviendo para proteger los empleos de los ciudadanos y sus salarios.

En esta situación, ¿los expatriados deberían quedarse en los países del Golfo o regresar a sus países de origen?

Sin dar ninguna cifra, la Organización Internacional del Trabajo espera que la marcha de expatriados supere a la que se produjo tras la crisis financiera de 2008 y la recesión de los precios del petróleo en 2014 y 2015.

Solo en Omán, el número de expatriados cayó en más de 340.000 personas en el año 2010 tras la crisis financiera mundial, de acuerdo con los datos oficiales. Ese mismo año, el crecimiento económico de Omán se ralentizó un 1,3%, según los datos del Banco Mundial.

No obstante, la situación es diferente en esta crisis, ya que un buen número de trabajadores extranjeros se ha quedado colgado y sin ningún tipo de cobertura mientras los países del Golfo intentan ver cómo repatriarlos.

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El experto en economía de la inversora Nomura, Táriq Fadilalá, opina que “la disminución del número de expatriados reducirá la demanda de servicios, desde la pizza hasta los servicios inmobiliarios con un riesgo real de pérdida de empleos secundarios.”

No hay datos oficiales de desempleo, pero numerosas aerolíneas del Golfo han anunciado que están despidiendo a cientos de trabajadores.

Dubai, considerada un centro de negocios y  turismo, esperaba conseguir un impulso económico como  sede de la Expo Internacional este año, pero el evento ha sido pospuesto a octubre de 2021 a causa de la epidemia.

Robert Mugelnicki, investigador del Instituto de Estados Árabes del Golfo en Washington, considera que “los expatriados no son una pieza pequeña  del mecanismo, ya que juegan un papel fundamental en el funcionamiento de la economía local contribuyendo al fortalecimiento de las economías del Golfo.”

Los analistas creen que la reducción del número de expatriados hará caer los ingresos del gobierno procedentes de impuestos como el del valor añadido, e impedirá emprender reformas como la reducción del gasto público en salarios y prestaciones.

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Es probable que los países del Golfo aceleren los programas de “nacionalización laboral”. Ya el mes pasado, Omán solicitó a las empresas públicas que reemplazasen a los empleados extranjeros por ciudadanos omaníes. Sin embargo, los analistas creen que esta medida podría obstruir el crecimiento económico.

 

Viñeta de Doaa Eladl

 

Traducido del árabe por Luis Serrano Lora en el marco de un programa de colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada y la Fundación Al Fanar.

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