Husein Machdubi
Al Quds al Arabi, 29/11/2016
En Marruecos se habla de la posibilidad de que la enseñanza deje de ser gratuita, y se está manteniendo un debate poco claro dada la falta de datos suficientes o la falta de valor por parte del Estado para desvelar esos datos. Una decisión de esa gravedad en la historia de Marruecos requiere un referéndum popular por tratarse de un sector tan importante, del factor determinante para el renacimiento o el hundimiento de una comunidad. El tema de la anulación de la gratuidad de la enseñanza está muy presente estos días en los debates políticos y sociales, sobre todo en las redes sociales para tapar el falso debate sobre la coyuntura de la formación del gobierno. Un debate falso porque algunos políticos y medios de comunicación hablan del tipo de partidos que participarán en el gobierno, de los ministros, de lo que dice fulano o mengano, pero no hablan ni de los programas ni de las soluciones que aportará el gobierno y el Estado a sectores en una terrible situación crítica. Estos son esos sectores:
- La enseñanza: Un sector que se ha desplomado una y otra vez. El año escolar 2016-2017 está siendo uno de los peores de la historia de la enseñanza marroquí desde la independencia del país. Curiosamente, a la cabeza del sector se encuentra Rashid Belmujtar, quien fue presentado como un salvador cuando es todo lo contrario.
- La economía: El poder adquisitivo de los ciudadanos empeora y los precios suben de forma astronómica en sectores como el agua y la electricidad. A esto hay que añadir una congelación de la inversión pública y de la creación de empleo en el sector público de un modo nunca visto entre 1956 y el año 2010, un amento de la deuda de más del 80% del PIB, y unos índices de crecimiento propios de un país con una crisis existencial o en estado de guerra. Lo curioso es que esto sucede cuando el país recibe 1.500 millones de dólares anuales en ayudas, es decir, cerca del 2% del PIB nacional y del /% de los presupuestos del Estado para este año.
- La lucha contra la corrupción: Varios informes internacionales apuntan a que la transparencia en Marruecos pierde terreno frente a las prácticas corruptas. La corrupción en Marruecos cuesta cada año cerca de un punto del crecimiento económico. Y pese a las consignas lanzadas en los últimos cuatro años, la opinión pública sigue quejándose una corrupción que se hace fuerte en todos los cajones de la administración.
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Viñeta de Buali para Hespress
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