Gueddar

 

Mohamed Ahmad Bennis (poeta y escritor de Marruecos)

Al Arabi al Yadid, 12/02/2018

 

Los acontecimientos que se han producido en la política marroquí en este último año han abierto el debate sobre las constantes y variables que rigen esa política y que consolidan su estructura cerrada, pese a la existencia de algunas manifestaciones liberales que participan, aunque parezca paradójico, en el mantenimiento de esa estructura aunque impiden que en ella se produzca una modernización que pueda alterar los equilibrios políticos y sociales existentes.

 

La dificultad para la formación del último gobierno y sus consecuencias demostró que esa política no funciona de acuerdo a una perspectiva acumulativa que protege los logros democráticos, que amplía progresivamente los márgenes de libertades y derechos, que aumenta la apertura dentro de las instituciones en busca de horizontes de fortalecimiento de la opción democrática como referente del Estado, las élites y la sociedad. El panorama está gobernado por una estrategia autoritaria estructural desplegada a través de tácticas que se renuevan de vez en cuando en función del equilibrio de fuerzas interno y del equilibrio de fuerzas regional e internacional.

 

En este contexto, la elitización parecía una respuesta a algunos problemas sociales y políticos marroquíes contemporáneos. Desde hace décadas, el poder ha elitizado a sectores de la clase media como parte de su estrategia de control de la lucha social, y esa élite ministerial, parlamentaria, local y administrativa creó un cinturón institucional que jugó su papel dando salida a parte del exceso de congestión política y social.

(…)

 

Las aguas corrían tranquilas bajo los puentes de la sociedad y la política, hasta que apareció una nueva generación de movimientos de protesta que no pasa por los partidos políticos ni los sindicatos que ya han caducado y a los que solo interesan logros ocasionales que les supongan una oportunidad para renovar los canales del rentismo electoral y político. A esta generación no le importan las promesas del gobierno, el parlamento o las élites locales, no se siente aludida por los discursos de madera desconectados de la realidad.

 

Estas protestas han logrado alterar la ecuación, denunciar ante la opinión política el vacio y la hipocresía de las élites, su incapacidad estructural para contribuir, ni siquiera mínimamente, a  gestionar o rebajar las tensiones sociales y políticas. Tal vez el movimiento social de Alhucemas y Yarada y las destituciones reales de ministros y altos responsables apunten a un cambio significativo en los roles y los horizontes de mediación.

(…)

 

Vineta de Jáled Gueddar

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

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