Maher Rashuan

Al-Jumhuriya, 11/10/2019

Colectivo Al-Jumhuriya

Artículo traducido por Traducciones de la revolución siria

 

A pesar de las intensas declaraciones internacionales y árabes de rechazo a la operación militar turca lanzada el miércoles pasado por la tarde, y a pesar de las múltiples declaraciones estadounidenses sobre las duras sanciones a las que se enfrentará Ankara en caso de traspasar unas líneas rojas que nadie ha delimitado con exactitud, la magnitud y la naturaleza de las operaciones militares que lleva a cabo el ejército turco, con el apoyo de facciones sirias que dependen de él, sugieren que Turquía ha obtenido la aprobación tácita de los países que dominan la geografía siria, empezando por EEUU y Rusia, para arrebatar el dominio sobre ciudades y municipios sirios de manos de los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en la franja fronteriza con Turquía.

 

La forma en que Trump anunció la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria el pasado lunes dio la impresión de que EEUU daba luz verde al ejército turco para hacer lo que se le antojara, y que EEUU iba a retirarse totalmente de la zona de la Yazira siria; sin embargo, las declaraciones posteriores del propio Trump, de responsables del Pentágono y de congresistas redujeron esa impresión y llevaron a pensar que la operación militar turca sería muy limitada y que se limitaría quizá a la zona comprendida entre Ra’s al Ayn/Serê Kaniyê y Tal Abyad, sin adentrarse demasiado en territorio sirio.

 

No obstante, la operación turca se inició con el bombardeo con misiles y artillería, además de bombardeos aéreos, sobre todo el territorio fronterizo, a lo largo de unos 400 km entre Ayn Diwar, cerca del río Tigris en el extremo oriental de Siria, hasta la zona rural de la ciudad de Ayn al-Arab/Kobane, cerca del Éufrates, pasando por Al-Malikiya/Dêrika, Qamishle, Amuda, Derbasiya, Ra’s al-Ayn y Tal Abyad. También se produjeron bombardeos aéreos sobre las posiciones de las FDS en el interior de la provincia de Raqqa, cerca de Ayn Issa. Debido a la extensión de las zonas afectadas, resulta complicado vaticinar cuál será la magnitud de la operación y sus límites sobre el terreno, pero los ejes principales en los que se han centrado las batallas e irrupciones terrestres que comenzaron la noche del miércoles al jueves se mantienen, hasta el momento de escribir estas líneas, limitadas principalmente a los alrededores de las ciudades de Tal Abyad y Ra’s al-Ayn, donde han avanzado las fuerzas turcas y las sirias que dependen de ellas y tomado el control de varios pueblosy colinas al este y oeste de ambas ciudades, tras librar enfrentamientos más o menos violentos con los combatientes de las FDS.

 

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los bombardeos turcos durante los dos primeros días han provocado diez víctimas civiles en varias zonas, mientras que los enfrentamientos y ataques recíprocos han provocado la baja de cuarenta combatientes de ambos bandos. Además, han provocado el desplazamiento de setenta mil civiles, en su mayoría habitantes de Tal Abyad, Ra’s al-Ayn y Derbaya, la mayoría de los cuales se han dirigido a zonas alejadas de las operaciones, particularmente en la provincia de Hasake. Los efectivos de las FDS han respondido a los bombardeos turcos con proyectiles de mortero y cohetes Katyusha sobre Jarabulus y sus alrededores, en la zona rural nororiental de Alepo, donde dominan las facciones de la operación Escudo del Éufrates, partidarias de Turquía, lo que ha provocado muertes y ha dejado también heridos entre los civiles. También han alcanzado las ciudades turcas de Akçakale y Nísibis, sumando allí también muertos y heridos entre los civiles.

 

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Viñeta de Maher Rashuán para el diario Al Yarida (Kuwait)

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