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La decisión de retirar a sus embajadores en Qatar tomada por Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Bahréin ha hecho verter ríos de tinta sobre las desavenencias de los Estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo y sobre las razones de esa decisión que parece estar más vinculada a la coyuntura regional que a problemas internos de los países del consejo. A continuación les ofrecemos algunos extractos de artículos de opinión y análisis sobre esta nueva evolución publicados en prensa árabe local e internacional.

ANÁLISIS. ¿Qué hay tras el paso dado por Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes contra Qatar? Entre la lucha por el poder en el Golfo y las desavenencias sobre Egipto y Siria

Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes anunciaron el 5 de marzo que retiraban a sus embajadores en Qatar tras una larga reunión de ministros de Exteriores del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) celebrada en Riad. La decisión se tomó en base a que Qatar está incumpliendo el acuerdo de no injerencia en los asuntos internos de los Estados miembros del CCG  y también el acuerdo de seguridad conocido como el Acuerdo de Riad. Doha, que ha manifestado su sorpresa por la decisión y lamenta lo sucedido, no responderá con un paso similar y ha insistido en que sus problemas con esos tres países del Golfo tienen que ver con temas ajenos al CCG en alusión a la rivalidad por la hegemonía entre Qatar, Emiratos Árabes y Arabia Saudí en las crisis de otros países árabes con problemas como Siria y Egipto.

Al Safir (Líbano), 06/03/2014

EDITORIAL. El triángulo saudí-emiratí-bahreiní cumple sus amenazas y retira a sus embajadores de Doha ¿Cuáles serán las siguientes medidas?

Lo que parece seguro es que la crisis de la retirada de los tres embajadores inaugura una etapa distinta en el CCG en la que la división parece clara y no puede seguir manteniéndose oculta. En el consejo hay tres bandos definidos: el de Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Bahréin que es el mayor y más poderoso a nivel económico, militar y humano, el de Qatar que está solo, y un tercer bando formado por dos estados «neutrales»: el sultanato de Omán que decidió suavizar su entusiasmo con respecto al CCG, se opuso firmemente a la propuesta de unidad hecha por Riad y además mantiene buenas relaciones con Irán, y Kuwait, que ha decidido no meterse en la crisis actual, aunque es más cercano al primer bando, optando por el papel de mediador no porque esté de acuerdo con las políticas qataríes que son el eje de la crisis, sino porque la cumbre árabe se celebrará en su territorio el día 24 de este mes y desea que haya una postura unida en ese encuentro.

Abdelbari Atuán, Rai al Yaum, 07/03/2014

OPINIÓN. La retirada de los embajadores de Qatar refuerza el papel iraní

La radio iraní en lengua inglesa fue prolija cubriendo la noticia de la crisis del Golfo provocada por la repentina decisión saudí, emiratí y bahreiní de retirar a sus embajadores en Doha. La cobertura de la noticia se centró en la idea de que la crisis llevaría a la desintegración y el colapso del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), un consejo que según ese mismo medio de comunicación, siempre ha estado dividido y ha sido un organismo débil. Pero tal vez no sea necesario referirnos a esa cobertura de un medio iraní para darnos cuenta de que Irán es el beneficiario directo, en realidad el mayor beneficiario, de la decisión de retirada de los embajadores de Doha, una evolución que ha sacado a flote las diferencias existentes entre los países del Golfo. La expansión y la influencia creciente de Teherán en el mundo árabe, desde Iraq a Siria y Líbano, son las beneficiarias directas de la debilidad del frente del Golfo, mejor dicho, del frente árabe, en un momento en el que ante todo necesita ser fuerte a nivel interno.

Jáled Hrub, Al Ayyam (Palestina), 10/03/2014

ANÁLISIS. ¿Pertenece Qatar al pasado?

La retirada de los embajadores saudí y bahreiní de Qatar hace días es un paso sin precedentes en la historia del CCG. Los equilibrios regionales formaron parte de la semilla de la fundación del citado consejo y fueron un pretexto para su existencia: el CCG nació en 1981 ligado a los temores de los Estados de los países del Golfo Árabe a las repercusiones directas de la revolución iraní de 1979 y de la guerra entre Irán e Iraq (1980-1988). Desde su creación y hasta nuestros días el CCG ha sido el consejo árabe más homogéneo y más eficaz en lo que a los objetivos de su fundación se refiere. Pero la retirada de los embajadores de Qatar ha sacado a la superficie las desavenencias de los países miembros, unos problemas que han llegado hasta la retirada del carácter de miembro a Qatar a través de una resolución directa y de una campaña mediática intensiva. En la última década Qatar ha sabido, año tras año, aprovechar los huecos del régimen regional árabe usando su canal televisivo pero también la compleja red que le une con los movimientos políticos públicos y clandestinos de la zona.

Mustafa al Labad, Al Safir (Líbano), 11/03/2014

OPINIÓN. Los beneficiarios y los «objetivo» de la desintegración del CCG

Los beneficiarios regionales de la desintegración del CCG son principalmente Irán e Israel, aunque Turquía también. Arabia Saudí está a la vanguardia de los objetivos que se esconden detrás que cualquier desarticulación del consejo, un bloque político, económico y securitario, ya que Riad es el país de más peso en ese organismo. La política de Riad con Egipto, en la que está siendo apoyada por Emiratos Árabes, hizo saltar las alarmas en la cabeza de los detractores regionales e internacionales de un ascenso árabe en el equilibrio de fuerzas regional. Se trata de una política muy importante a nivel estratégico que ha funcionado hasta ahora, sin embargo la política del Golfo para Siria ha sido o es un fracaso y debe ser revisada.

Raguida Gergam, Al Hayat, 14/03/2014

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