CPJ, 11/04/2015

Según varios artículos publicados, en el día de hoy un tribunal del Cairo ha condenado a cadena perpetua a tres periodistas. El Comité para la Protección de los Periodistas reprueba tanto las condenas como las sentencias y hace un llamamiento a las autoridades para acabar con la persecución a la que se ven sometida los medios de comunicación.

El pasado 25 de agosto de 2013, el director ejecutivo del portal de prensa online Rassd, Abdulah Al Fajarani, el cofundador de la página, Samhi Mustafa y el presentador de Amgad TV, Mohamed al Adli, fueron arrestados dos semanas después de que se produjera el violento desalojo de la sentada que tuvo lugar en la plaza cairota Rabá Al Adauia, donde los egipcios se reunieron para protestar por la destitución del presidente Mohadmed Mursi. Cientos de personas fueron asesinadas durante el desalojo. En diciembre de 2013, los Hermanos Musulmanes, representados por Mursi, fueron declarados organización terrorista.

En un primer momento, los tres periodistas fueron acusados de «alterar la paz pública». Sin embargo, en febrero de 2014, el Fiscal General, Hisham Barakat, reemplazó dicho cargo por los de «propagación de la violencia» y «difusión de información falsa» durante la cobertura del desalojo. También fueron acusados de «llevar a cabo reuniones donde se daban indicaciones a los Hermanos Musulmanes contra el gobierno». Una declaración publicada por la fiscalía señala a Rassd y Amgad TV, entre otros, como medios de comunicación que trabajan junto a los Hermanos Musulmanes para debilitar la las fuerzas militares egipcias y su gobierno.

Desde abril de 2014 se ha estado celebrando el juicio contra los tres periodistas y otros 48 acusados, entre los que se incluyen los líderes más importantes de los Hermanos Musulmanes. Catorce de los acusados, entre los que se encuentra el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, han sido condenados a muerte el 16 de marzo de 2015. Hoy, el tribunal ha confirmado las sentencias tras haber sido consultadas previamente con el Gran Muftí, el cargo jurídico más alto del sistema jurídico islámico. Los otros 37 acusados, entre los que se incluyen los tres periodistas, han sido condenados a cadena perpetua. Todas estas sentencias han sido recurridas.

El coordinador del programa del Comité para la Protección de los Periodistas en Oriente Medio y el norte de África, Sherif Mansur, ha declarado que «la difícil situación que están viviendo los medios de comunicación egipcios se ve empeorada por la condena a cadena perpetua de estos tres periodistas» y añade que «debemos pedir al gobierno de Abdelfattah al Sisi que esté a la altura de las peticiones de la reforma democrática permitiendo a los periodistas hacer su trabajo sin temor a ser encarcelados».

El juicio estuvo presidido por el juez Nagi Shehata, el cual ha sido criticado por las organizaciones de derechos humanos, tanto locales como internacionales, por imponer condenas a muerte de forma masiva al igual que duras penas de prisión. En junio de 2004, Shehata condenó a tres periodistas de Al Yazira a duras penas de prisión bajo cargo de conspiración con los Hermanos Musulmanes. Los periodistas de Al Yazira han sido puestos en libertad bajo fianza mientras que su caso está volviendo ser sometido a juicio.

En el último ranking realizado por el Comité para la Protección de los Periodistas con fecha de 1 de diciembre de 2014, Egipto ocupa el sexto puesto a nivel mundial de los países que más periodistas han encarcelado.

 

Traducido del inglés por María Isabel Escribano dentro del programa de colaboración con la Universidad de Granada.

 

 

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