La retirada militar parcial rusa de Siria que anunció el presidente Vladimir Putin sigue generando muchos comentarios. Destacan tres interpretaciones de esa retirada. La primera considera que Putin pretende minimizar las pérdidas rusas, una opinión repetida por los miembros de la oposición siria que ven la retirada como un resultado de su lucha armada aunque hay pocas pruebas de ello. La segunda interpretación, que señala de forma acertada que Rusia mantiene una gran fuerza de combate en Siria que podría aumentar de nuevo con toda facilidad, sostiene que la principal motivación de Putin sería “retorcerle el brazo” tanto a EE. UU. como al presidente Bashar al Asad para imponer que acepten las condiciones de Moscú para alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto sirio. La tercera opinión sostiene que Putin habría logrado los objetivos políticos exteriores e internos que motivaron la intervención en Siria y que se conformaría con los logros conseguidos.
(…)
Lo que es indudable es que Al Asad cree que Putin no puede reducir mucho el apoyo ruso a su régimen, ni acabar con él, sin correr el verdadero peligro que supondría su total caída, que destruiría el principal objetivo de Rusia en Siria y supondría haber malgastado toda la ayuda militar y económica que ha enviado al régimen de Damasco desde 2011. Está claro que Putin no quiere deshacerse del régimen sirio pero tampoco tiene la esperanza de emplear la antigua relación de Rusia con el ejército sirio para ganar con su apoyo y poder influir en Al Asad.
(…)
Si necesita una traducción de este artículo, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org
Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar
Viñeta de Hani Abbás
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!