Hace un tiempo que los activistas políticos marroquíes vienen hablando del “partido secreto” que es controlado de tapadillo desde los bastidores de la política. En la literatura política marroquí el término “partido secreto” se refiere al Ministerio del Interior que ha controlado el trazado del mapa político en Marruecos desde hace décadas, y que aprieta aunque no ahoga.
Quien primero utilizó ese concepto fue la oposición de izquierdas en la era de Hasán II para criticar el modus operandi de ese ministerio en la era de Dris Basri (…) Durante todos aquellos años Interior se movía y operaba dentro de la escena política como si fuera de verdad un partido político, aunque invisible y de ahí el término “partido secreto”, que tenía sus representantes dentro del Parlamento, de los consejos elegidos de un modo que satisfacía a ese ministerio. Incluso en la mayoría de los partidos de la oposición ese “partido secreto” tenía representantes y voz para defender su visión.
(…) ¿Por qué ahora los activistas políticos insisten en que hay un “partido secreto” que controla desde los bastidores del Estado (…)? La diferencia entre ayer y hoy es que ese partido era llamado secreto aunque era visible, tenía un símbolo o varios, seguidores, partidos políticos y aparatos. Y también tenía unas maneras que no pasaban desapercibidas. (…). Pero hoy se juntan churras con merinas, como se dice, y todo está confuso para la gente que ya no sabe quiénes son, o qué es ese “partido secreto” de cuyo poder no solo se quejan quienes están en el poder (y que son de su agrado) y quienes están en la oposición oficial (con su consentimiento).
(…). Que se siga hablado de ese partido de hoy y de siempre indica que las fuerzas del Estado profundo siguen ahí presentes en Marruecos.
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Viñeta de Jáled Gueddar
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