Nureddín Lashhab
Hespress, 26/09/2017
PREGUNTA: Tras el atentado de Barcelona y el suceso de Finlandia en los que han estado implicados marroquíes, reaparece con fuerza en Europa la imagen de los marroquíes como terroristas, ¿Qué opina?
RESPUESTA: Sí, es cierto, la imagen de los marroquíes en el extranjero en estos momentos, y más concretamente en Europa, está vinculada al terrorismo y al extremismo, y lo sucedido en Barcelona y Finlandia contribuye a una mayor distorsión de su imagen y genera la impresión negativa a la opinión pública europea de que el inmigrante marroquí es un terrorista hasta que se demuestre lo contrario. Lamentablemente, hay una tendencia en la cultura europea a estereotipar el comportamiento humano en función de la pertenencia étnica, cultural o religiosa pese a lo que se haya dicho sobre la modernidad asentada en esa cultura o los valores universales de Occidente. Esta tendencia no es nueva, hizo aparición antes del colonialismo aunque evolucionó en ese periodo y proliferó tras la aparición del petróleo. Tras el surgimiento de la plaga del terrorismo comenzó a hablarse en Europa y EE.UU de las personas de rasgos próximo-orientales. La imagen de los marroquíes entra de esta tendencia estereotipadora.
Tras el atentado de Barcelona, según lo escrito por la prensa, la pregunta era si los ejecutores del atentado se habían radicalizado en Marruecos o después de emigrar a España. Esto significa que hay una tendencia implícita de condena, y que si se demuestra que se radicalizaron en Marruecos, eso significaría que la responsabilidad es de Marruecos. Es un análisis simplista de la cuestión dirigido políticamente que entraña peligros futuros para Europa: condenar a determinada nacionalidad o sector de la inmigración por lo que hagan algunos de sus miembros lleva a la exclusión social y cultural de un amplio sector que constituye parte del tejido europeo. Y esa exclusión provocará una proliferación del extremismo como reacción psicológica a una realidad que Europa no quiere reconocer. Los europeos no quieren reconocer el fracaso de las políticas de integración, los errores en la gestión del expediente de la inmigración y por eso recurren a la solución simplista de echarles la culpa a otras nacionalidades.
P: ¿Esto significa que Marruecos no es responsable de los emigrantes en Europa?
R: Digo que no hay que eximir de responsabilidad al Estado marroquí. Marruecos ha tardado mucho en aborda el tema de la emigración, a los emigrantes los ha tratado durante décadas como un sector obrero que trabajaba en los almacenes de Europa, que volvía a finales de año para descansar del trabajo y que enviaba divisas al país. Marruecos no invirtió en los ámbitos cultural, social y religioso dejando a los marroquíes en el extranjero frente a los problemas de vivir fuera. Esta aproximación solo ha cambiado en los últimos años y solo como respuesta al extremismo y a petición de los gobiernos europeos. Mientras Marruecos estaba ausente de la realidad de los emigrantes marroquíes en Europa, otros países árabes y musulmanes se movieron para ganar la baza de sus emigrantes allí, así que ahora Marruecos va tarde con respecto a esos otros países y tiene que darse prisa para compensar ese retraso.
P: Algunos frentes españoles han criticado a Marruecos por no cumplir con su deber hacia la comunidad marroquí en España. ¿Considera que esta es una crítica objetiva?
R: España es ambigua en este sentido porque critica a Marruecos por su trato a los marroquíes pero al mismo tiempo cerca a Marruecos para que no tenga mano en la gestión del expediente religioso.
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