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Mohamed al Qii

Rai al Yaum, 23/11/2016

Hasán Nafea, profesor de ciencias políticas de la Universidad de El Cairo, ha declarado en esta entrevista que el ánimo general en Egipto no predispone a una nueva revolución, aunque la capacidad de aguante de la gente no es infinita, y si la situación explota habrá un caos que no va a dejar títere con cabeza.

Para Nafea, el régimen político tiene un periodo de gracia que tal vez no supere los seis meses durante los que tendrá que demostrar a los egipcios que todos los sacrificios que han hecho no han sido en vano.

PREGUNTA: ¿Hacia dónde va Egipto?

RESPUESTA: Lo que más me molesta de la escena política egipcia en estos momentos es la falta de visión estratégica. Ni el régimen sabe hacia dónde va, ni la élite política con todas sus facciones y corrientes tiene idea de cómo salir de esta crisis.

(…)

P: ¿Cuál es la salida a este callejón sin salida? ¿Una revolución popular? ¿Una reconciliación?

R: No están los ánimos para otra revolución. Las últimas decisiones económicas adoptadas no fueron estudiadas suficientemente, y la distribución de la carga no es justa porque los pobres y la clase media son los sectores que más peso tienen que soportar. Aunque entiendo que hay una necesidad de medidas de austeridad, estas tenían que haber sido introducidas paulatinamente haciendo participar a la gente y a las fuerzas políticas de la toma de unas decisiones que se ajusten a las necesidades y a las capacidades de los ciudadanos, sobre todo de a la gente con menos ingresos. Pero el problema es que, lamentablemente, no hay transparencia en la gestión del Estado.

(…)

Si a los egipcios les dijeses que saliendo a protestar habría un cambio, no lo dudarían ni un momento y se tirarían a la calle de inmediato. Pero creo que aún siguen dispuestos a soportar y a hacer más sacrificios si se les piden porque tienen esperanza en que la situación  mejore. Pero la paciencia tiene límites y el régimen o es consciente de esta realidad, o va a pagar un alto precio.

La solución es que las fuerzas políticas y las corrientes ideológicas de diferente signo inicien un diálogo verdadero para diagnosticar la situación actual, estudiar alternativas, fijar un listón temporal para el régimen a fin de reorganizar las cosas y preparar el camino a las próximas elecciones presidenciales. Es necesario un primer encuentro entre los símbolos del 25 de enero y los del 30 de junio en el que no participen los Hermanos Musulmanes ni la red de intereses del antiguo régimen. Así esas fuerzas podrán iniciar un diálogo serio en torno a una visión general sobre cómo reorganizar las cosas, cómo reorganizar las filas y superar las diferencias que existen entre ellas. Esto sería el preámbulo a una plataforma de diálogo futura y efectiva con los Hermanos Musulmanes y las corrientes del islam político desde la que animarles a que hagan la revisión ideológica y política necesaria que les rehabilite de cara a incorporarse al proceso político.

(…)

Todo el mundo debe extraer lecciones de lo que ha sucedido, conocer las verdaderas razones por la que el 25 de enero y el 30 de junio fracasaron. ¿Por qué se ha convertido el régimen actual en un régimen meramente policial? ¿Por qué el país está viviendo otra vez un vacío político terrorífico?

Si necesita una traducción de este artículo, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

Viñeta de Walid Taher para Al Shuruq

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