ali_dilem-10.12.2018

 

Al Arabi al Yadid, 17/12/2018

 

Análisis realizado por el Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos (ACRPS en sus siglas en inglés)

 

Las réplicas del terremoto generado por la ruptura del acuerdo entre, por un lado, el presidente de Túnez, Bayi Qaed Sabsi y su partido Nidaa Tunis, y Al Nahda por otro lado están proyectando su sombra sobre la escena tunecina.

 

Debilitadas las reglas que han regido la relación entre los diferentes actores desde las elecciones de 2014, y pocas semanas después de la enmienda gubernamental del presidente  del ejecutivo tunecino, Yusuf Chahed, desencadenante de luchas con el presidente de Túnez y el ala afín a él en Nidaa Tunis, los detalles de la crisis política que vive el país se complican lo que plantea interrogantes sobre los resultados de la transición política cuyo camino tomó el país con la revolución de 2011, y sobre la capacidad de las instituciones y de la élite política para mantenerse ante una involución de la política de consenso y una vuelta de la polarización y de las tesis excluyentes con argumentos securitarios y judiciales, a lo que añadir la entrada en juego de frentes regionales que amplían el abismo de las discrepancias.

(…)

 

PROTESTAS SOCIALES Y PREGUNTAS POLÍTICAS

 

Los retos de la situación social no son menores que los retos políticos. El 22 de noviembre de 2018 la UGTT convocaba una huelga general del sector público para pedir una subida salarial y una reducción de los planes de privatización de algunas empresas públicas. Se espera que este sindicato convoque una nueva huelga general a mediados de enero de 2019 si no llega a un acuerdo con el actual ejecutivo. En este mismo contexto, los profesores de enseñanza secundaria están llevando a cabo desde hace un mes una movilización sindical que se materializa en la no realización de exámenes, en la huelga de las direcciones de enseñanza y en manifestaciones en la capital y en ciudades del interior del país para exigir un aumento salarial. Los sindicatos no han hecho reivindicaciones políticas claras durante estas protestas aunque durante todo el mes pasado insistieron en la dimisión de Chahed y de su gabinete; no obstante, la presencia numerosa de líderes de Nidaa Tunis en la huelga general indica que las movilizaciones sindicales, al margen de la legitimidad de sus reivindicaciones, no son ajenas a la lucha política entre Sabsi y quienes se mantienen a su lado en Nidaa Tunis, por una parte, y Chahed y el movimiento Al Nahda por  otra.

 

A esto hay que añadir los llamamientos iniciados hace unos días en las redes sociales a clonar el movimiento de protesta de los chalecos amarillos en Francia en una campaña, la de los chalecos rojos, para pedir una mejora de unas condiciones de vida difíciles. Ningún frente político o sindical ha dicho estar abiertamente detrás de esta convocatoria.

(…)

 

Viñeta de Ali Dilem

 

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