Dahduh_Marruecos_boicot

 

Ali Anuzla

 

Al Arabi al Yadid, 30/05/2018

 

En 2021 concluirá el mandato del actual gobierno marroquí que dirige el PJD, un ejecutivo formado por una mezcla híbrida de partidos a los que solo une la mesa a la que se sientan cada semana durante el Consejo de Ministros. La mayoría del gobierno actual está formada por islamistas, socialistas, liberales, ex comunistas y partidos sin identidad ni ideología. Es un “cóctel molotov” caducado que por lo tanto no puede explotar, razón por la que continuará hasta el fin del mandato gubernamental.

 

El año 2021 es también la fecha de la celebración de las elecciones legislativas de las que saldrá la mayoría (…) Tras las sorpresas de las elecciones locales y legislativas de 2015 y 2016, que provocaron por primera vez la derrota del sistema electoral controlado e hicieron posible que el PJD derrotara a la maquinaria electoral del Estado, las autoridades han enviado continuas señales que confirman que no permitirán que se repita ese escenario en las elecciones de 2021. La primera de estas señales es el deseo del poder de debilitar al PJD al quitar a su polémico ex presidente, Abdelilá Benkirán, de la presidencia del gobierno y presionar para que se le quitara también de la presidencia del partido hasta conseguirlo.

 

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La segunda señal que intenta enviar el poder para confirmar que la situación está bajo control, se materializa en la existencia de un escenario preparado de antemano que dibujará los rasgos de la próxima etapa y cuyo protagonista es el presidente de la Reagrupación Nacional de Independientes, un partido salido de Palacio en los años 70, y a cuyo mando se ha puesto a un rico empresario amigo del rey que lleva diez años en el cargo de ministro de Agricultura, para prepararle de cara a una victoria electoral que le lleve a la Presidencia del gobierno en 2021. No obstante, las cartas de este escenario han empezado a caer a raíz de una campaña del boicot que ha sorprendido a todos, contra las empresas de productos de consumo entre las que se encuentra la empresa de distribución de carburantes que monopoliza el 40% del mercado marroquí y que es propiedad del ministro de Agricultura, del millonario que aspira a la presidencia del próximo gobierno. La campaña del boicot no solo ha generado grandes pérdidas económicas a las empresas boicoteadas, sino que ha causado un gran daño moral a sus propietarios ya que el boicot lanza un mensaje crítico contra el hecho de vincular dinero y poder y genera muchos interrogantes sobre la intersección de los intereses de un hombre de negocios y las decisiones de un político en este tipo de situaciones.

 

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Viñeta del caricaturista marroquí Dahduh (Facebook)

 

Si necesita una traducción íntegra de esta entrevista, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

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