La ofensiva aérea contra la franja de Gaza comenzó la madrugada del 1 de julio, cuando se encontraron los cadáveres de tres jóvenes israelíes desaparecidos en Cisjordania, muertes que se atribuyen al movimiento Hamás. El pasado día 18 de julio Israel iniciaba la ofensiva terrestre contra la franja después de que la iniciativa egipcia de alto el fuego no fuera aceptada por Hamás. El pasado domingo el portavoz de las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás, anunciaba el secuestro de un soldado israelí lo que hizo prever una nueva escalada. La ofensiva militar israelí ha dejado al menos 548 palestinos muertos, la mayoría civiles, en los últimos 14 días, y la cifra de víctimas va en aumento mientras se intensifican los esfuerzos árabes e internacionales para llegar a una solución.
A continuación publicamos dos artículos que analizan la ofensiva israelí en el actual contexto regional.
EDITORIAL. La ofensiva y lo que es peor
Gassán Sharbel
Al Hayat, 21/07/2014
La zona en la que vivimos no es la que era hace un puñado de años. Y la causa palestina ya no es la única causa, el tema único. Ahora los habitantes de la región viven volcados en otras cuestiones más urgentes que tienen que ver con el destino de mapas y grupos, y el conflicto israelo-palestino es ya solo un conflicto más. Basta con leer las noticias para confirmar que estamos en otra región.
Los periódicos dicen, por ejemplo, que centenares de kurdos turcos han cruzado la frontera de Siria para defender allí las zonas kurdas ante el peligro del EIIL. También se informa de que las «administraciones autónomas» kurdas de Siria han impuesto el reclutamiento obligatorio en algunas zonas y de que el Kurdistán iraquí ha comenzado a extraer crudo de los yacimientos de Kirkuk, es decir, que la cuestión kurda estará entre los principales intereses de los cuatro países directamente concernidos por ella.
La zona también anda ocupada en el conflicto suní-chií que no puede ser ignorado si queremos entender las posturas y políticas de los países de la zona. Tras un alto el fuego en Gaza, la cúpula palestina debe releer la situación en la zona. El conflicto iraquí está abierto, también el sirio, Jordania está inquieta, Líbano alterado, y el expediente palestino es solo otro más.
OPINIÓN. El pueblo os llama
Hani al Masri
Al Safir, 22/07/2014
El enfrentamiento actual no es una guerra de Hamás o una guerra que Hamás ha impuesto por cálculos de las facciones o a favor de una agenda árabe, regional o de los Hermanos Musulmanes, a pesar de que de todo eso hay, aunque a un nivel secundario. Es un enfrentamiento que concierne a todo el pueblo palestino pero que ha impuesto, decidido e iniciado Israel. Pensando que es el momento adecuado a nivel palestino y árabe para asestar un golpe al pueblo palestino y quebrar su voluntad de resistencia.
La relación de Egipto y Hamás puede ser corregida si vence la idea de que Hamás es una parte del movimiento nacional más que una extensión de los Hermanos Musulmanes, algo que puede conseguirse si se establece la distancia suficiente entre el movimiento palestino y los Hermanos Musulmanes, si se respeta que el pueblo egipcio ha elegido voluntariamente a Abdelfattah al Sisi y no se toca la seguridad nacional egipcia.
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