Tawfiq Omrane_Túnez_mafia

Salem Labiad

Al Arabi al Yadid, 03/10/2016

Ya no supone un secreto para la clase política tunecina el peligro de meter la política en los cuarteles haciendo participar a los militares y a la policía en el juego electoral. Los debates y la polémica que se vivieron el pasado mes de junio en el Parlamento para modificar la ley electoral y conceder a los miembros de los aparatos de seguridad el derecho a voto, destaparon opiniones y posturas contradictorias así como diferencias de principios y opiniones que impidieron que la ley fuera votada, y en lugar de ello, remitida al poder legislativo para ser revisada y modificados algunos de sus artículos y contenidos de modo que pueda ser aprobada por el Parlamento o la mayoría de sus miembros. Este aplazamiento ha repercutido negativamente en la celebración de elecciones municipales, unos comicios vitales que están aplazados sine die cuando su celebración estaba prevista en marzo de 2017.

El tema de las elecciones y la postura de militares y policías se ha convertido en un asunto público que ha ocupado las primeras de los rotativos del país; muchos miembros del ejército y la policía con experiencia histórica, así como asociaciones civiles y personalidades nacionales han pedido a través de comunicados que no se arrastre a los aparatos de seguridad, un sector nacional sensible, al estanque de la política, a los tira y afloja de los partidos ni a la lucha de sus lobbies.

Y pese a la peligrosidad de la situación, una minoría ha comenzado a captar en los pasillos del Parlamento a partidarios de diferentes élites y sectores sociales, dando argumentos objetivos y de reales, para que participen en esa lucha por el derechos al voto de los agentes de los aparatos de seguridad. Entre esos partidarios están los sindicatos de la seguridad y partidos con representación en el Parlamento que se consideran abanderados de la modernidad y de la izquierda, aunque consideramos que eso es una paradoja, que supone sacar a policías y militares de su carácter republicano, de su supuesta neutralidad, contemplada por los artículos 18 y 19 de la Constitución de 2014 que garantiza el carácter civil del Estado. Estas voces, que apoyan su postura en los derechos humanos, consideran que el voto de policías y militares es una cuestión de ciudadanía, es el derecho de todo ciudadano que pague sus impuestos (…). Otras voces que defienden que a los cuerpos de seguridad del Estado se les permita votar lo hacen convencidos de que eso les beneficiará a ellos y a sus partidos y corrientes políticas contra sus rivales ideológicos y los islamistas, una idea poco sólida que no se apoya ni en mediciones ni en pruebas sociológicas objetivas sobre la intención del voto de policías y militares (…).

Experiencias similares en sociedades frágiles, democracias recientes o países en transición en los que se ha permitido el voto a los cuerpos de seguridad del estado, han demostrado que puede ser contraproducente.

Si necesita una traducción de este artículo, puede solicitarla en el siguiente correo electrónico: contacto@fundacionalfanar.org

Pueden consultar más de 170.000 artículos de prensa árabe en español en el Fondo documental Al Fanar

Viñeta de Tawfiq Omrane de su página de Facebook

 

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