Ibrahim Rifi
“Escuela para señoritas Al Rawabi” escrita, dirigida, protagonizada y filmada por mujeres como defiende su directora Tima Shomali, desde su estreno en agosto ha generado grandes discusiones y controversias a través redes sociales entre lovers y haters de Jordania y otros países árabes, como recoge este vídeo de Al Arabi Al Yadid donde aparecen diferentes opiniones sobre la serie, que se convirtió en Trending Topic en redes sociales como Twitter con el hastag #مدرسة_الروابي (#EscuelaAlRawabi).
Los lovers de la serie, aplauden a la directora y a los actores por el trabajo tan importante de visibilización de problemas que viven las adolescentes dentro de las escuelas y que no reciben la atención necesaria, creándose una gran cantidad de cuentas de clubs de fans en redes como Instagram. Por su parte haters critican el ataque que esta serie supone a los valores conservadores de la cultura jordana, a la negativa influencia que supondrá para las adolescentes y a la “poco verdadera” imagen de Jordania que representa esta serie, según informa el periódico El Balad.
Haters
Por si el debate en las redes sociales resultaba insuficiente, la polémica llegó a nivel de debatirse en las instituciones públicas del reino hachemita. El diputado del Parlamento jordano Hassan Al Riyati exigió al gobierno el cese de transmisión de la serie por “contradecir la religión y los valores y la moral de la sociedad jordana” y la acusó de querer “pervertir la sociedad y convertirla una sociedad sin identidad ni moral” llegando a pedir incluso que “los responsables de la serie rindan cuentas” afirma la noticia publicada en Watan News.
Otra crítica grande fue del Sindicato de Artistas Jordanos, su director, Husein Al Jatib, se ha opuesto a la serie argumentando que la plataforma Netflix, con su ya anterior polémico lanzamiento de la serie Jinn (léase Yin) que fue acusada de blasfemia, es una organización que “manipula la representación de la realidad social y ataca los principios morales y religiosos de la sociedad jordana en nombre del arte”, según declaraciones recogidas y publicadas por Watan News.
En redes sociales, muchas críticas fueron dirigidas hacia la banda sonora de la serie, en la que participan grupos de música alternativos y polémicos. como ‘Mashrou Leila’ el grupo de rock-indie libanés icono de la lucha contra la LGTBfobia y que tiene la entrada vetada a Jordania. También otros músicos como la tunecina Emel Mathlouthi (léase Mazluzi) icono de la primavera árabe en Túnez y la egipcia Luka con su también polémica canción “fumaré hachís”. Todas las canciones que aparecen en la serie están recogidas en las siguientes listas de Soundcloud y Spotify y en este artículo ya hablamos sobre la feminista y alternativa banda sonora de la serie jordana “Escuela para señoritas Al Rawabi”.
Lovers
La serie ha generado una abrumadora cantidad de material relacionado con ella, despertando a un auténtico fenómeno fan en Oriente Próximo. Jóvenes youtubers de Jordania como el canal Drama Beauty aparecieron las actrices respondiendo preguntas sobre su papel y sobre las temáticas de las que trata la serie que han llegado a tener hasta 3 millones de visualizaciones.
El canal de Youtube oficial de Netflix, ha creado también una gran cantidad de material audiovisual con varios videos y entrevistas a la directora y las actrices que han superado las 2 millones de visitas.
Sin embargo, ha sido Instagram la red social en la que más se ha despertado el fenómeno fan de la serie en la región, siendo decenas las cuentas de club de fans que se han creado en idiomas como el inglés, el francés y hasta un club de fans en Brasil. En estas cuentas, se difunden videos de escenas de la serie donde sus seguidores intercambian opiniones y debaten los temas que ocurre y crean contenidos relacionados, con sus propios montajes o dibujos como este que simpsoniza a las actrices.
Respuesta a las críticas
Más allá de esas polémicas, en una entrevista para Raseef22, su directora, quien asegura que este proyecto con el que siempre había soñado le ha costado años de trabajo y compromiso, prefiere no hacer caso a las críticas y apela a navegar dentro de la serie, en sus ideas y su mensaje, y asegura: “echaba en falta series o películas que abordasen problemas de las chicas jóvenes, nunca me sentí identificada con las producciones disponibles. Las películas y series árabes dirigidas al público joven, especialmente a las chicas jóvenes, eran escasas y limitadas y fue ello lo que me empujó a crear”, explica Shomali.
A diferencia de Shomali, el actor y colaborador en la producción de la serie Ahmad Al Surur prefirió no quedarse callado ante la ola de críticas y afirmó que “Está claro que todavía tenemos miedo de discutir abiertamente los problemas que tenemos como sociedad, como si fuésemos ángeles (y no los hubiera)?”. “¿Cuántos de nosotros hemos vivido los problemas que trata la serie como la institucionalización de la corrupción o el acoso?” continúa.
“Siempre que se lanza una película o serie de televisión que trata de las sociedades árabes de alguna manera, ya sea desde un lado árabe o extranjero, se enciende una controversia en los medios y las redes sociales sobre la credibilidad de cómo se presenta determinada problemática social. A menudo se nos acusa de distorsionar esa realidad y no entienden que se trata de un drama de ficción que presenta la visión de su director” responde tajantemente Shomali en una entrevista para Al Quds Al Arabi.
Ibrahim Rifi es periodista y responsable de comunicación de la Fundación Al Fanar para el Conocimiento Árabe.
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