El imán te cuenta: “Hemos escondido al genovés por su seguridad. Han robado en el taller del maestro acuñador las planchas de los moraberíes lupinos ¡y también han secuestrado al acuñador!  No hay información y circula un bulo sobre un extranjero.” ¡Hay que dar con el maestro acuñador! Y es que la moneda de Ibn Mardanish no solo es un medio de intercambio, sino también un símbolo de poder.

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Murcia experimentó un esplendor inmenso. Además de la moneda, se creó una compleja red hidrológica para regar la huerta del río Segura, se exportaba cerámica murciana hasta Italia y tejidos al otro confín del Mediterráneo.