Cuando llegas al Dar Al Sugra te encuentras a Sira allí. Sus pesquisas también la han traído hasta aquí. ¡Debemos de estar cerca! Cuando le cuentas tus hallazgos y te contesta: “¡Claro!, qué tonta soy, el embajador está siempre despotricando sobre la dependencia de los castellanos de nuestra moneda para comerciar con otros lugares. ¡Vamos a ver si lo pillamos a tiempo!”
El embajador con su séquito acaba de salir os dice un guardia, se dirigía siguiendo la acequia mayor que va de Bab Al Muna a…..
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